Hasta hace poco era habitual ir a la farmacia y comprar sin ningún impedimento una caja de Ibuprofeno 600 mg o Paracetamol de un gramo. Sin embargo, la gran mayoría de medicamentos no pueden adquirirse sin receta médica. El Ministerio de Sanidad incidió el pasado mes de mayo en los antiinflamatorios exigiendo cumplir con la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos.
«Se han dispensado sin receta durante mucho tiempo pero la gente ha abusado y se han empezado a ver problemas secundarios», explica el vocal de Dermofarmacia del Col·legi de Farmacèutics de Balears, Tomás Muret. De un año a otro tomando como referencia el mes de julio, la dispensación de Ibuprofeno 600 mg con receta se ha incrementado un 51,31 %. Si en julio de 2018 se dispensaron 8.078 envases, este año se han vendido 12.223.
Algo similar ocurre con el Paracetamol de un gramo, cuyas recetas se han incrementado un 28,2 % pasando de 41.159 envases a 52.791. «Estos antiinflamatorios generan problemas al interactuar con otros fármacos que la gente toma porque no estaba controlado con prescripción médica», avisa Muret, quien señala que «el Ibuprofeno 600 mg frente al de 400 mg sólo sirve para patologías muy indicadas, ya que para una menstruación, dolor de cabeza, malestar... basta el de 400», que no necesita receta médica.
Además en las cajas de ahora en vez de 40 cápsulas vendrán 12 o 10, «porque si después de tomártelos tu dolor continúa es que necesitas ir al médico», añade. «Nos hemos acostumbrado a ir a la farmacia para arreglar los males menores y una cosa es un resfriado y otra una patología más aguda o crónicas», concluye.