La República de Turquía rechaza que el Parlament de les Illes Balears condenara la operación militar que desarrolló en el Kurdistán sirio a mediados de octubre. Gülçü Kalafat, el cónsul general de Turquía, ha enviado una misiva al presidente de la Comissió d'Afers Socials, Drets Humans i Esports, Miquel Ensenyat, en la que le traslada su malestar y le comunica que «no aceptamos de ninguna manera las alegaciones que sesgadas y que no reflejan la realidad» que figuran en la iniciativa que aprobó el Parlament.
La Cámara aprobó esta iniciativa el 21 de noviembre con los votos favorables de todos los grupos excepto Vox, que se abstuvo alegando que la función de la cámara autonómica no consistía en pronunciarse sobre conflictos entre otros países.
La moción, que habían plantado Més per Mallorca, Més per Menorca y Gent per Formentera, expresaba la solidaridad de los isleños con los kurdos y el resto de pueblos en riesgo de sufrir «una limpieza étnica impulsada por Turquía», condenaba la invasión y la voluntad del gobierno de Erdogan de establecer a millones de refugiados en ella e instaba al Gobierno de España a no vender más armas a Turquía y a que instara al país a cesar sus acciones militares.
En la carta, el cónsul general de Turquía trata de refutar con abundantes explicaciones la posición del Parlament, que considera «un reflejo de la conocida propaganda de la organización terrorista PKK/YPG [Unidades de Protección Popular de Turquía]». El diplomático señala que la operación militar responde a la necesidad de mantener su seguridad nacional y que se actuó en legítima defensa. Critica que no haya contrastado la veracidad de los atropellos a los derechos humanos que según el Parlament ha cometido Turquía y asegura que ellos no luchan contra los kurdos sino contra «una organización terrorista» reconocida como tal por los EEUU, la UE y otras instancias internacionales. Una de las metas de su operación «era entregar la región a los verdaderos grupos que la habitan», sentencian.
Precedente
En 2011, el embajador de Turquía en España ya se quejó ante el Parlament a raíz de una proposición del Bloc –la marca de los soberanistas de entonces– en la que se reconocía como genocidio la muerte de un millón y medio de armenios por parte de los turcos otomanos entre 1915 y 1921. Pedían que se retirara el reconocimiento del genocidio.