La presidenta del Govern, Francina Armengol, ha asegurado este viernes que son tan constitucionalistas quienes defienden la unidad de España como los que quieren dialogar para reformar la Carta Magna. «Las respuestas a nuestras tensiones territoriales y las soluciones a algunos de los desafíos clave de los próximos años están en la Constitución», ha afirmado.
En su intervención en el acto institucional del XLI aniversario de la Constitución, celebrado en el Palacio de la Almudaina de Palma, Armengol ha definido la Constitución como «el consenso que hace posibles todos los consensos» y la pieza clave que sustenta la sociedad democrática.
Armengol considera que la Constitución fija el marco de convivencia que «debe ser compatible con planteamientos ideológicos distintos» porque «el diálogo implica convicción y renuncias».
«No puede ser rígido: ha de ser flexible. Por eso hemos de asumir que este marco no se puede limitar solo a definir la unidad del Estado. Ha de ser más amplio. Necesitamos hacer una lectura más abierta de un texto tan avanzado a su tiempo», ha afirmado.
En opinión de la presidenta balear, la Constitución no puede ser utilizada para «enfrentar y arrinconar a quien quiere dialogar desde la discrepancia».
Armengol considera propio del constitucionalismo plantear a reforma de la Constitución «para profundizar en el modelo territorial e impulsarlos». «Esto nos exige un debate generoso que nos permita plasmar de manera clara en la Constitución las competencias de cada cual y fijar también el modelo de reparto justo de los recursos», ha asegurado.
Ha reivindicado «un sistema de financiación transparente» que responda a «la generosidad solidaria» de los baleares y garantice la calidad de los servicios, y que tenga en cuenta la insularidad y la fragilidad de territorios como Baleares.
En pro de esa mejora del modelo territorial, Armengol ha abogado por la reforma del Senado «para favorecer un mejor encaje territorial y profundizar en el sistema autonómico que permita que cada territorio se desarrolle al ritmo que reclaman sus ciudadanos».
Ante la fragmentación del Congreso que se ha derivado de las elecciones, la presidenta balear ha pedido «responsabilidad a todos para formar un Gobierno que impulse, con fuerza renovada nuestro país, nuestra economía y las reformas que no pueden esperar más».
«Necesitamos que se supere pronto el bloqueo estatal», ha afirmado Armengol, que ha defendido «la necesidad de establecer consensos que devuelvan la normalidad a las instituciones».
En opinión de Armegol, la Constitución marca el camino de «salida a las tensiones» derivadas de la fragmentación política actual, así como soluciones para una sociedad muy diferente a la de hace 41 años, cuando se aprobó la Carta Magna, por el envejecimiento de la población, los cambios en la economía y «la vulnerabilidad de un planeta que ha de ser protegido con más firmeza, rapidez y determinación».
Por su parte, el delegado del Gobierno en Baleares en funciones, Ramón Morey, ha apelado al espíritu de los Padres de la Constitución y a su consenso para «no separar» y para «tener sentido de estado, hacer concesiones y llegar a acuerdos que permitan que los ideales que contempla sigan vigentes muchos años».
Ha descrito la transición española como «un período político excepcional», en el que quienes se reunieron para elaborar la Constitución en 1977 tenían posiciones «radicalmente enfrentadas», pero consiguieron consensuar un articulado «gracias a las renuncias de unos y de otros» que garantizó el acuerdo final.
«El recuerdo del espíritu de la Transición es la mejor demostración de que los acuerdos, aunque supongan renuncias, cesiones y sacrificios, tienen su recompensa en beneficio del interés general de los ciudadanos», ha destacado.
Ha coincidido con Armengol en que tan constitucional es considerar que el texto consagra «la indisoluble unidad de la Nación española», como que «reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran».
Morey ha defendido que el debate social se debe desarrollar «dentro del marco abierto e inclusivo que marca la Constitución», tanto en relación con «la crisis territorial y política de Cataluña» como en la lucha contra «los efectos perversos de la globalización», el aumento de la desigualdad y el mantenimiento del estado del bienestar, el cambio climático, las crisis demográficas y la brecha digital.
Sobre la estructura institucional derivada de la Constitución a dicho: «Sabrá afrontar los desencuentros territoriales que vivimos».
Durante el acto han leído algunos artículos de la Constitución ocho estudiantes de institutos y colegios públicos de Baleares, todos ellos delegados de convivencia voluntarios en sus centros.
Los estudiantes que han participado han sido Nereida Peña (Es Liceu), Bernat Ufuoma (IES Sureda), Pablo Angosto (Cide), Sara Zouggagui (IES Porreres), Lluïsa Martorell (IES Berenguer d'Anoia), Aaron Ramírez (IES Son Rullan), Aina Pons (IES Binissalem) y Francisco Porcel (IES Son Rullan).