El 24,4 % de los partos que se practicaron en Baleares en 2018 fueron por cesárea. De los 10.285 niños que nacieron, 2.507 requirieron una operación quirúrgica que evita el parto vaginal según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados recientemente.
La cifra se ha incrementado más de tres puntos porcentuales en diez años cuando la tendencia, según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), debería ser la contraria.
En 2008, las cesáreas en las Islas se practicaron en el 21,1 % de los 9.101 partos que hubo. La tendencia desde entonces ha ido al alza a pesar de que ya por entonces los profesionales de la salud consideraban que la tasa ideal de cesárea debe oscilar entre el 10 % y el 15 % pues un nivel superior a éste, decían, no estaría asociado con la reducción de las tasas de mortalidad materna o neonatal. «Ahora la OMS ya no da un porcentaje y si por debajo del 15 es maravilloso, entre el 15 y 30 % está justificado», explica el jefe de Obstetricia y Ginecología de Son Espases, Octavi Córdoba.
Los motivos del incremento de esta práctica, según este experto, son varios. Por un lado, «ahora hay más partos de riesgo que hace unos años», asegura, ya que «hay más reproducción asistida, los hijos se tienen en una edad más avanzada…». Por el otro «también existe la demanda social. Hay más mujeres que la piden de entrada» y además «está el miedo de algunos ginecólogos a que los partos vayan bien o mal, es una decisión humana pero condiciona». Y es que la mayoría de las cesáreas se producen durante un parto vaginal, es decir, no están programadas. El riesgo del parto natural «es superior porque es un proceso largo, con monitorización, y surgen dudas. Muchas cesáreas se hacen por miedo», asegura el doctor Córdoba.
Sin embargo, aunque la laparotomía es más segura también es más cara y la recuperación «más lenta y larga». La diferencia entre un parto u otro también radica en cómo irán los embarazos posteriores, ya que en este caso los riesgos sí aumentan tras una cesárea «por eso siempre hacemos énfasis en que no haya una primera».
La tendencia a hacer más cesáreas va en aumento no solo en la comunidad, también a nivel mundial. El caso más sonado es el de Brasil donde, explica el doctor Córdoba, más de la mitad de los partos se programan con incisión porque «el parto vaginal se asocia a la clase baja».
A este respecto cabe destacar que el índice más alto de este tipo de operaciones se produce en las clínicas privadas que hacen aumentar la media y Balears no está exenta. En la sanidad privada de las Islas se estima que el 40 % de los partos son por cesárea.
Sin embargo, el retraso de la maternidad y la cada vez más avanzada edad de la madre tampoco ayuda.
Madres más mayores
Y es que si en el año 1976 la edad media en el momento del parto era de 24,8 años, en 2017 ya estaba en los 31. «No es una barbaridad pero si crece mucho se debe, sobre todo, a las mujeres de más de 45 años. Antes no había», recuerda el doctor Octavi Córdoba.
Durante 2018 hubo cinco madres en Balears que superaban los 50 años de edad y 585 con más de 40. Con esta edad en el momento del parto se asocian mayores riesgos, uno de ellos son los partos prematuros. Según el INE en 2018 nacieron 29 bebés con menos de un kilo de peso, y 241 que pesaron menos de dos kilos en el alumbramiento.
Son Espases realizó un 24 % de cesáreas en 2019
El hospital de referencia ha pasado en dos años de realizar más del 30 % de los partos por cesárea a una tasa del 24 % en los 1.782 nacimientos que procuraron en 2019.
También cabe destacar que en este centro se ven los casos más complejos de la comunidad. La idea, según el responsable de ginecología, «es disminuir un poco más». La edad más común de las madres fue de 30 y 35 años pero hubo 133 partos de mujeres de entre 40 y 45 y 13 casos con más de 45.