Balears no verá este año la imagen de playas masificadas y colas de coches intentado aparcar para acceder a su cala favorita. No habrá masificación turística pero tampoco los residentes en las Islas podrán ir a pasar un día de playa como lo hacían hasta ahora porque el Gobierno ya ha elaborado un borrador con un protocolo de actuación que establece horarios en los paseos, limitaciones en los accesos y grupos limitados para acceder a los arenales.
El borrador, adelantado este jueves por El País, propone trasladar la distancia social a la playas y recomienda una distancia mínima de dos metros entre toallas o sombrillas, no entre personas. Es decir, se permitirá acceder a las playas en un grupo máximo de diez personas, pero será obligatorio mantener una distancia de al menos dos metros entre los respectivos grupos.
El Gobierno alerta de que esta distancia tal vez debe ampliarse en aquellas playas donde es frecuente que haya viento, ya que el virus se transmite por el aire. En este tipo de arenales y con esas condiciones climáticas, la recomendación es que aumente aún más la distancia de seguridad entre las personas.
El borrador establece limitaciones para acceder a la playa así que no es descartable que las colas que han comenzado a formar parte de la vida cotidiana de los ciudadanos para ir al supermercado, para comprar el periódico o para entrar en una farmacia se vean estos veranos en los accesos a las playas.
Colas hasta en la playa
La propuesta del Govern es que se haga de forma ordenada para cumplir esos dos metros de distancia de seguridad entre las personas, pero no especifica cómo se garantizará que no se produzcan esas aglomeraciones en los accesos a las playas.
Una de las curiosidades sobre las que también trabaja el Gobierno es posibilidad de limitar la movilidad por la arena ya que su propuesta pasa por fijar horarios para pasear por la orilla. La propuesta es que los paseos puedan realizarse a primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde.
El borrador propone que no se abran todas las playas en la misma fase, sino que primero se permita acceder a las que tengan una calidad del agua calificada de excelente o de buena, por lo que en principio no habría problemas para que se abra la totalidad de las playas de Balears.
El Gobierno recomienda que no se realicen actividades deportivas y que no se instalen infraestructuras para practicar deporte, como por ejemplo redes de voley. La propuesta para combatir el virus en las playas incluye un apartado relativo a la limpieza y desinfección de equipamientos como duchas, mobiliario urbano y pasarelas de madera.
Lo que parece claro, en cualquier caso, es que el Gobierno no propone el aislamiento por el sistema de mamparas, como se está planteando en algunas playas italianas.
Fuentes del Govern aseguran que analizarán el borrador para ver si pueden hacer aportaciones. Algunas de las propuestas del Ministerio serán de muy difícil cumplimiento, sobre todo las relativas al control de los accesos. En las playas urbanas, a pesar de las enormes dificultades para el control, puede ser factible, pero algunas de las propuestas que recoge el borrador serán muy complicadas en las playas aisladas y no urbanizadas.
Govern y Gobierno tienen todavía por delante un mes para negociar este y otros aspectos ya que la entrada a las playas para permanecer en ellas no está autorizada hasta la fase 3, que comienza el 8 de junio. Durante este mes se podrán ajustar las previsiones del Gobierno sobre este tema.