El Consell Econòmic i Social (CES) de Baleares calcula que la crisis sanitaria del coronavirus supondrá una caída del valor añadido bruto (VAB) balear del 22,2 % este año y la destrucción de unos 130.700 empleos, casi el 26 %.
La entidad ha llevado a cabo un «Cálculo del impacto del coronavirus en la economía balear por ramas productivas» que extiende el análisis de los efectos de la crisis sanitaria de la COVID-19 hasta diciembre, después de haber realizado un estudio preliminar que analizaba la situación del primer semestre.
El CES augura una caída de actividad del 80 % en los meses de julio y agosto en la hostelería, y del 75 % entre septiembre y diciembre.
En la construcción, estima una afectación del 60 % entre julio y septiembre, y un 55 % entre octubre y diciembre; y en transporte y almacenamiento los porcentajes van del 80 % de afectación entre julio y septiembre al 75 % entre octubre y diciembre.
Según el CES, «las caídas son relevantes, y sintetizan una pérdida del VAB insular del orden del 22,2 %» y del empleo de casi el 26 %, según una segmentación que establece que el 77,6 % del VAB balear se corresponde con ramas no directamente turísticas, y un 22,3 % a las turísticas.
Debido a la crisis del coronavirus, las ramas no directamente turísticas experimentan una caída de 2.664 millones de euros, un 40,7 % con efectos directos; y 2.957 millones y el 41,9 % sumando los efectos totales.
En empleos, afectará a 65.917 trabajadores (el 50,4 % de las pérdidas totales de puestos de trabajo que son de 130.713 personas, 34.198 en transporte y almacenes y 30.597 en hostelería).
Los subsectores más afectados en pérdida de puestos de trabajo serán las actividades recreativas y de entretenimiento y reparación de artículos de uso doméstico, con pérdidas de 28.829 empleos; el comercio al por mayor y al por menor y reparación de vehículos con 19.312; las actividades profesionales, técnicas y administrativas con 8.223 puestos de trabajo; la industria y la energía con 4.807 empleos; y la construcción con 2.417 empleos.
El CES califica de «elocuente» el contraste entre las ramas directamente turísticas y las no ligadas al turismo: sumando toda la pérdida de empleo (directos e indirectos), el turismo sufre el 58,05 % de caída total y del 49,5 % del empleo; mientras el resto de actividades caen el 41,9 % y pierden el 50,4 % de puestos de trabajo.
El CES precisa que la previsión sería «en el caso de que las medidas propuestas los gobiernos no se pusieran en marcha».