Grave caso de homofobia en el seno de una familia mallorquina en Can Pastilla. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a un hombre de 50 años y a su hijo menor, de 14, como presuntos autores de un delito de odio y otro de lesiones graves. La víctima es un adolescente de 17 años que fue violentamente agredido por parte de su propio padre y hermano menor por ser gay.
Los hechos se produjeron durante una comida familiar que se estaba celebrando en casa de la abuela de los chicos, en Can Pastilla. Los dos hermanos, de 17 y 14 años, se enzarzaron en una acalorada discusión verbal por un motivo banal.
En un momento dado, el pequeño comenzó a insultar al mayor profiriendo todo tipo de insultos de carácter homófobo y de claro desprecio hacia la orientación sexual de la víctima. «Eres un maricón de mierda», gritaba una y otra vez ante la mirada permisiva de su padre.
Acto seguido, ambos se empujaron cogiendo los palos de una escoba y fregona para agredirse mútuamente. En ese instante, el progenitor se puso del lado del pequeño y comenzaron a propinarle golpes al adolescente. Fue necesaria la mediación de la abuela para poner algo de cordura y que cesara la violencia. Desde hace tiempo, los menosprecios y las vejaciones por la orientación sexual del chico son constantes en el seno familiar. De las declaraciones de los implicados y de algunos testigos se desprende que este episodio violento no es la primera vez que ocurre. La propia abuela confesó que no es normal el trato que está recibiendo su nieto por el simple hecho de ser homosexual.
«No soporto a los maricones y como mi hermano es maricón le tengo que insultar»
El hermano menor, de 14 años, detenido y acusado de un presunto delito de odio, en su declaración policial afirmó: «No soporto a los maricones y como mi hermano es maricón le tengo que insultar». El chico fue puesto a disposición de la Fiscalía de Menores. Por su parte, la abuela de la víctima sostiene que lleva tiempo diciéndole a su nieto que se vaya a vivir con ella, que salga de esa casa porque la situación es insostenible. El Código Penal refleja que serán castigados con una pena de prisión de uno a cuatro años y multa de seis a doce meses aquellos que públicamente fomenten, promuevan o inciten al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra una persona determinada por razón de su pertenencia orientación o identidad sexual.