El Congreso de los Diputados ha convalidado este jueves la reforma laboral con los votos a favor de 175 y 174 en contra. Cabe destacar que el texto ha sido consensuado con la patronal y los sindicatos. Pau Monserrat, miembro del CES, profesor de la UIB y economista de FuturFinances.com, ha explicado que tendrá una repercusión directa en Baleares y ha destacado que ayudará a reducir la temporalidad. En concreto, se reduce la posibilidad de encadenar contratos temporales a un máximo de 18 meses, hasta ahora eran 24. En este sentido, apunta que este impacto parece ya se desprende de los datos de contratos registrados en la Seguridad Social del mes de enero, ya que los contratos indefinidos firmados se han incrementado un 14,95 por ciento del total.
El profesor de la UIB ha aclarado que la reforma laboral mejora algunos aspectos importantes, como la desaparición del contrato por obra o servicio, mal utilizado de forma generalizada por las empresas, como alternativa fraudulenta a los contratos indefinidos. Otro de los cambios más destacados es la ultraactividad, es decir, la prórroga automática del convenio de empresa hasta que se acuerde uno nuevo; ahora estaba limitada a un año. Además, el convenio del sector vuelve a prevalecer sobre el de la empresa. Otra de las novedades es que los ERTE se consolidan bajo la denominación de Mecanismo RED de Flexibilidad y Estabilización del Empleo; podrán ser cíclicos, si la economía lo requiere, o sectoriales si un sector necesita cambios profundos para recualificar a los trabajadores o una transición personal.
«No corregirá la disfunción del mercado laboral»
Pese a estas mejoras, el profesor de la UIB ha advertido que la reforma laboral no corregirá totalmente la disfunción del mercado laboral español, ya que se está contratando a más gente fija, pero a jornada parcial o discontinua. Así, de los 238.672 contratos indefinidos registrados el mes pasado en España, cerca del 40 por ciento son a tiempo parcial o fijos discontinuos. Es decir, se contrata más gente fija, pero a jornada parcial o discontinua. A su modo de ver, se trata de «un tipo de contratación que poca estabilidad vital acaba proporcionando, si además añadimos a la ecuación los sueldos relativamente bajos que se cobran en muchos sectores económicos de Baleares».
Además, Monserrat ha manifestado que «no es ni mucho menos una reforma que revolucionará la triste realidad de nuestro mercado laboral: paro estructural elevado, sueldos bajos, inestabilidad y pocos incentivos a la formación y al cambio de empleo para mejorar la carrera profesional». También ha señalado que «hay muchas medidas valientes que quedan en el tintero, unas por intereses de la gran patronal, otras por los sindicatos hegemónicos». A su modo de ver, una de ellas es «la mochila austriaca, que con las precisas modificaciones que nuestro mercado laboral exige, incentivaría el cambio de empleo para mejorar y la formación continua, por ejemplo. Además, permitiría a las empresas repartir el coste del despido cada año, en lugar de encontrarse con unos costes extraordinarios muchas veces inasumibles para la pequeña y mediana empresa en tiempos de crisis».
Otro de los aspectos que entiende que le faltan a la reforma laboral es «la mala regulación del autónomo, motor económico ninguneado por los políticos y sindicatos. Hasta que no tengamos una buena normativa del trabajo por cuenta propia, con derechos laborales dignos, no habremos conseguido adaptar buena parte de la mano de obra al futuro del empleo».