Periodista de larga trayectoria, Andreu Manresa (Felanitx, 1955) fue elegido este martes por el Parlament (31 votos a favor y 27 en blanco) para un segundo mandato en IB3. Su idea es «reinventarla» o «refundarla» ahora que el Govern ya se ha comprometido en un proceso de internalización que ya da sus primeros pasos. Tiene decididos una serie de movimientos que supondrán, además, el cambio o fusión de áreas, la integración de las redacciones de radio y televisión y una mayor apuesta por las plataformas. Dice que el presupuesto «óptimo» para el ente sería de 45 millones. Tras ser elegido ayer, tomará posesión la próxima semana.
¿Cuántos programas de cocina o similares emite IB3?
—Buen tópico. El de Santi Taura, el previo de Santi Taura, que es un éxito; por la tarde algún plato en Cinc Dies, Fred i Calent, alguna comida en Uep, com anam?, había uno en Gent de la Mar...
¿No es demasiado?
—Dije en su momento que no haría la televisión que me gustara a mí, sino la que gustara a la mayoría sin perder el concepto de servicio público. La cocina y la gastronomía son un hecho cultural y reseñable que la televisión refleja.
¿Cuál es el programa estrella de IB3, el que define su imagen? ¿‘Uep, com anam'?
—El programa estrella de IB3 es su éxito, siendo la televisión más económica del Estado español, su enraizamiento siendo una televisión en catalán. A mí me gustan muchos programas de IB3, me habrá oído decir que los informativos son el fundamento de IB3. Y ahora se presentarán, además, como una plataforma digital; será la primera web gratuita de Balears. Me gusta Els Dematins como programa enganche y Al Dia. Yo generé Zoom, tenemos la mirada larga del Cinc Dies. Y Uep, con aman? no es un programa folcórico, sino que refleja la resistencia del sector primario, la de los jóvenes y viejos agricultores.
¿Le han impuesto los políticos los nombramientos?
—No, me han hecho sugerencias, como pasa en todas las televisiones públicas pero los nombramientos son míos. Hay tres que son por elección, dirección de radio, de televisión y lo que ahora es Transmedia. Lo que yo llevaré al Consejo de Dirección es una restructuración de cargos y funciones. La idea es una redacción integrada aunque esté en sitio diferentes. Cuando el proceso de internacionalización esté culminado será una redacción multifuncional.
Acaba de ser elegido pero hasta el comité de empresa llegó a decir que su mandato estaba agotado. ¿Le ha salvado la internalización?
—No me ha salvado la internalización ni he presionado a nadie para seguir. Cuando llegué en 2015, a la dirección sabía que era un cargo efímero. Es cierto que el clima laboral no era bueno después de unas sentencias contrarias y se pidió mi marcha. El comité me informó de que lo iba a hacer. Después, el Govern vio el momento de aceptar la internalización y ahora estamos en un doble proceso, el que tiene que ver con la unificación de las plantillas de las empresas subcontratadas y el que afecta a la estabilización de interinos de la plantilla histórica de IB3.
¿Y por qué los partidos que querían que se fuera ahora le han apoyado?
—No lo sé, no he ido a pedir el voto para nadie. Es cierto que les expliqué mi proyecto coincidiendo con el proceso que concluyó con el anuncio de internalización.
Le criticaron por decir que IB3 exportaba talento cuando la gente se iba.
—No pretendía ser ofensivo ni creo que lo fuera. Antes [se refiere a la etapa del PP] venían jefes de prensa de los partidos como paracaidistas. Ahora no. La gente capacitada opta para tener mejor sueldo o mejor vida. Yo he sido sindicalista, estuve en el SPIB. Hasta ahora, la oferta de la Administración era con mayores salarios que en IB3.
Sólo le han votado los partidos del Govern y Més per Menorca...
—Dirigiré IB3 como si me hubiera votado todo el Parlament, sin sectarimos ni vetos.
¿Cuál sería el presupuesto optimo para IB3?
—Uf, me van a ametrallar. Ahora estamos en 33, nos aumentarán 1,5 y un presupuesto óptimo a conseguir, no sé cuándo, para la nueva empresa serían 45. En la era de las Pirámides, antes de las plagas de Egipto [se refiere a la creación de IB3 en época de Jaume Matas] llegó a tener 140.
Le han elegido por seis años, con unas elecciones por medio, ¿seguiría con otra mayoría?
—El objetivo es desarrollar la televisión del futuro pero si hubiera un vuelco político no me atrincheraría. Ética y dignidad. Trabajo como si cada día fuera el último y el primero.