Los 138 llocs de Menorca que aguardan desde diciembre el cobro de las ayudas públicas del Plan Provilac a la producción de leche ven cómo el alza de costes agravada por la invasión de Ucrania está diluyendo el impacto de esta medida antes incluso de que se haya hecho efectiva. También amenaza con quedarse corta la ayuda de 210 euros por vaca aprobada por el Gobierno central.
Los 4,6 céntimos por litro que debe aportar la administración, unidos al mayor precio que paga la industria, hasta 7 céntimos en el caso de Coinga, se fijaron para compensar un coste de producción estimado de entre 40 y 42 céntimos por litro. Sin embargo, algunas fuentes del sector apuntan ahora que el coste real de producir un litro de leche en la Isla ha aumentado hasta los 58 céntimos.
La situación fue denunciada este sábado por el Partido Popular, cuya diputada Asunción Pons ha tratado sin éxito de que el Parlament instara a la Conselleria de Hacienda a habilitar una operación puente para avanzar el pago de las ayudas. En la Comisión de Economía, los votos de PP, Cs, El Pi y Vox quedaron en minoría frente al tripartitto del Govern, formado por PSOE, Unidas Podemos i Més per Mallorca.
El estallido de la guerra ha disparado el precio del carburante y la electricidad, lo que impacta directamente en los costes del transporte, al tiempo que suben los precios internacionales de productos esenciales para el campo como los piensos y fertilizantes. Los populares estiman una pérdida del 40 por ciento por cada litro de leche vendido, lo que en el caso de Menorca implicaría un déficit para el sector ganadero de 13 millones de euros al año.
Asunción Pons teme que los payeses no cobren hasta agosto las ayudas del Plan Provilac y reitera que se está incumpliendo la nueva Ley de la Cadena Alimentaria que prohíbe las compras a pérdida de productos agroalimentarios. Lo que sí apoyaron todos los grupos fue mantener la línea de ayudas para el año 2023.