El sindicato Stei no acudió el pasado lunes a la reunión con el Govern para presentar el plan de estabilización de interinos de la administración pública. Uno de los motivos, alegan, es que más allá de la premura por la reunión (les citaron el viernes a mediodía para un lunes por la mañana), el Ejecutivo habría encontrado un nuevo mecanismo para disfrazar, de forma fraudulenta, puestos fijos para convertirlos en nuevos interinos. El ejemplo, explican, está en los auxiliares administrativos de los centros de enseñanza pública pero ya advierten de que podría generalizarse en otras consellerias.
En 2019 se crearon 47 plazas para cubrir, de forma itinerante, el trabajo de administrativo de 94 colegios. Si bien las plazas se sumaron a la Relación de Lugar de Trabajo (RLT) nunca se llegaron a dotar económicamente, ni a cubrir. En este empleo, la relación de trabajo pasa desde la atención al público a la digitalización de expedientes o asumir los trámites del GESTIB. Unas funciones que, a priori parecen de carácter permanente. Sin embargo, según el Stei, el Govern las ha ofertado ahora a través de un proyecto de inversión, que es uno de los cuatro supuestos en los que la ley de estabilización de funcionarios estatal permite nombrar de nuevo a interinos.
Con este método se hace uso «de forma fraudulenta» de la figura del interino para ocupar «puestos estructurales», denuncia Francesc Ramis, portavoz del sindicado en la Mesa Sectorial de Serveis Generals. «Se las tilda de excepcionales para no estabilizarlas», añade Pere Bueno, delegado de personal del Stei. El enfado es mayúsculo, pues en este caso hay 47 personas trabajando en una plaza, prorrogable por dos años, que después no se consolida. Y esto sucede en plena campaña de estabilización del personal dependiente del Govern. Según los representantes del sindicato, en la conselleria de Educació les responden que no están obligados a modificar el RLT puesto que son plazas que se pagarán a través de los Fondos Next Generation, algo que desmienten rotundamente.
Desde el Stei recuerdan que algo parecido sucedió con los orientadores del SOIB, que la conselleria de Treball sí llevó a solucionar. El conseller de Educación, Martí March, ha admitido que las plazas de la RLT no están dotadas, pero ha señalado que existe «voluntad política» de hacerlo. Añade, además, de que el sistema aplicado «es coyuntural» y «la manera más ágil para llevarlo a cabo». Por otra parte, ha lamentado que el sindicato Stei no valore positivamente que, al final, todos los centros puedan contar con una figura de auxiliar administrivo.