El meteorólogo y exdelegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Agustí Jansà, explicó ayer que «si atendemos a los valores de los aeropuertos de Balears, el período mayo-junio de este año ha sido el más cálido en las Islas desde 2003. La media de esos dos meses de este año está un poco por debajo de la del mismo período de 2003».
Jansà destacó que «en estos días no se han producido picos ni récords, lo que sí ocurrió en 2003. De hecho, en Balears ahora no hemos llegado a los 40 grados, un valor que sí se ha registrado en muchas ocasiones en las diversas estaciones meteorológicas. Sí estamos viviendo una larga duración de días con un calor por encima de lo normal, pero la verdad es que esta situación se está dando desde el pasado mayo. De hecho, la anomalía de mayo fue superior a la que se está registrando ahora en julio. Junio fue igual, con valores por encima de lo normal. Es decir, a falta de que concluya julio, llevamos tres meses con valores superiores a las medias».
Sobre la posibilidad de que todo este calor se traduzca a finales de verano o principios de otoño en grandes tormentas, el meteorólogo señala que «no tiene por qué ser así. No es una cuestión automática. Un verano cálido, con un mar muy caliente, es un factor que puede dar lugar a un otoño lluvioso. Sin embargo, el mar puede enfriarse y, por decirlo de alguna manera, la bomba puede desactivarse». Sobre la denominada ola de calor, Agustí Jansà indica que «no tenemos una definición territorializada de este concepto. A efectos sanitarios, la denominación tiene otros parámetros y nos olvidamos que unas altas temperaturas nocturnas también pueden tener efectos sobre la salud».
Para el meteorólogo, «habría que fijar una definición territorializada y clara de lo que es una ola de calor. En principio, se establece que un 10 % de las estaciones meteorológicas debe superar un determinado umbral de temperatura durante más de tres días consecutivos, pero cada estación tiene su umbral. No puede ser el mismo en Binissalem o Porreres que en una zona costera. Y si una o varias estaciones cumplen con esos requisitos y las otras no, habría que preguntarse si aplicamos la denominación de ola de calor a todo el territorio».