Sindicatos y colegios profesionales, cuyo trato es habitual con el IB-Salut, han coincidido en señalar que con la marcha de su director, Juli Fuster, cuya dimisión está prevista que se materialice este lunes ante la consellera Gómez, se va un buen gestor. El sector alaba su talante y su trayectoria; cree que ha tomado la decisión correcta, y avisa a su futuro sustituto: queda trabajo por hacer de aquí a que acabe la legislatura.
Es el caso del Sindicato Médico, su presidente Miguel Lázaro recuerda que tenían una reunión el próximo jueves y espera realizarla ya con el nuevo director, o directora, de la entidad pública. «Esperamos que se mantengan los tiempos negociadores y que tenga el mismo talante empático porque si no auguro un otoño con confrontaciones». A la gestión de Juli Fuster, «con más luces que sombras», Lázaro le reconoce la recuperación del complemento de carrera profesional en 2015, «si no fuera por él hubiéramos ido a la huelga». También señala que «el hecho de que sea médico nos ha ayudado mucho».
Su dimisión por intervenir telemáticamente en un proceso selectivo en el que participaba su hija, «ha sido coherente y rápida», según Lázaro, que asegura que «algunos directivos con más motivos para dimitir, dentro de Salut, no lo han hecho», señalando a la polémica de vacunación. El Sindicato de Enfermería reconoce que el cambio al frente del Servei ha sido «inesperado». El secretario general del SATSE, Jorge Tera, recuerda que «hemos tenido nuestras diferencias, lógicamente, pero la valoración de estos siete años es en general positiva». Lo que preocupa ahora es el relevo, a quien le pide que sea continuista con la línea ascendente de inversión y gasto sanitario, y con el proceso de estabilización de empleo iniciado.
A Alejandro Juan, coordinador del USAE, tercer sindicato mayoritario en la Mesa Sectorial de Sanidad, le preocupa la situación que queda en el IB-Salut, pues «se está descabezando de personas que deben tomar decisiones importantes». Recuerda que aún no se ha nombrado a un jefe de Recursos Humanos tras la partida de Biel Lladó. A quien sea que le suceda, el Sindicato de Auxiliares de Enfermería le pedirá la reactivación de la carrera profesional, la clasificación a nivel C1 a los técnicos sanitarios y una ampliación de plantillas.
Por su parte, Aurora López, secretaria del sector de Salut, de UGT, lamenta «profundamente» que tras tantos años en la administración sanitaria, Juli Fuster se haya visto en esta situación, «sin entrar en la causa de su dimisión», aclara. Ahora, dice, se necesita «a una persona fuerte» en el cargo, «por el bien de todos». A UGT le preocupa también el plan de estabilidad de funcionarios que afecta a 4.104 plazas en este sector. Además, «queremos recuperar la jornada de 35 horas semanales para todos, venga quien venga, no renunciaremos a esto».
El doctor Carles Recasens, presidente del Col·legi de Metges de Balears, cree que lo prudente en estos momentos es esperar a escuchar las explicaciones de Juli Fuster, el próximo lunes, antes de entrar a valorar su decisión. Mientras tanto, agradece la labor realizada al frente del IB-Salut, «no es un cargo fácil», incide. Recasens coincide con otros colegas en señalar que, tras tantos años y trabajo hecho, «deba terminar de esta manera». Esta situación, sin embargo, no debe restar foco a los grandes retos de esta entidad, a cuyo futuro dirigente le pide que resuelva «la actual situación de Atención Primaria». En este sentido, queda trabajo por hacer y la legislatura no ha terminado, recuerda el presidente del COMIB.
Que siempre se pueden hacer mejor las cosas es algo en lo que insiste la presidenta del Col·legi d'Infermeres de Balears (COIBA), María José Sastre. Sin embargo, pese a las discrepancias, también ella valora de forma «positiva» la gestión de Juli Fuster, «no sólo en la última legislatura, también en anteriores». Sastre remarca la trayectoria y el conocimiento del todavía director del IB-Salut, ahora bien, «ha cometido un error y ha asumido su responsabilidad. Ha sido valiente, muchos altos cargos podrían aprender de esto», opina. Quien le suceda puede esperarse un buen trato por parte del COIBA aunque no renunciarán al desarrollo del decreto de especialidades y a trabajar para paliar a falta de enfermeras.