El año 2023, el primero de la salida definitiva de la pandemia, el que tiene convocadas unas elecciones autonómicas en mayo y otras generales en diciembre, será el de la anomalía financiera de la Comunitat, con unos recursos económicos nunca vistos hasta la fecha, pero también con una de las aportaciones a la solidaridad con otros territorios más bajas de su historia.
El detalle del dinero que ingresará la Comunitat Autònoma con cargo al sistema de financiación muestra que las aportaciones a otras autonomías para solidaridad caen a su mínimo histórico, 202,1 millones de euros, lo que supone un 50 % de los 308,9 millones que se destinaron al año pasado.
Cae la partida de ingresos de Baleares que se destinarán a financiar servicios públicos en otras regiones, pero aún así las Islas serán junto con Madrid, los dos únicos territorios que el año que viene dejarán de percibir parte de sus ingresos fiscales para compensar la situación económica de otras comunidades.
Más dinero que nunca
La cifra del año que viene es notablemente inferior a la de otros ejercicios en los que se ha llegado a abonar más de 400 millones a solidaridad y además en un contexto económico para las Islas mucho peor que el de 2023. El año que viene será extraordinario por la inyección económica del Gobierno a las comunidades, 3.350 millones de euros, frente a los 2.684 del año pasado, y porque habrá menos dinero para solidaridad con otras comunidades. Y, pese a ello, desde que está en vigor el actual sistema de financiación, las Islas han pagado servicios públicos de otras comunidades por valor de 3.010 millones de euros, si se suman las aportaciones realizadas todos estos años.
El detalle que ha entregado el Ministerio de Hacienda a la Conselleria señala que a Balears se le detraerán 1.041 millones de euros para financiar los dos fondos que compensan las carencias otras comunidades autónomas. A cambio, las Islas ingresarán 839,4 millones de otros fondos vinculados a la fortaleza económica y que, en este caso, le benefician.
Cómo funciona
Hay que decir que el sistema de financiación no opera únicamente con estos fondos, sino que depende de la marcha real de la economía. El sistema hace una previsión de ingresos, que son las llamadas entregas a cuenta, pero después se calcula sí lo que entregó el Ministerio a las comunidades es lo que realmente les correspondía o no.
Una vez que se sabe cuál fue realmente la recaudación de ingresos en cada territorio, se hace la liquidación de los recursos que se ingresaron de más y que no se cobran, que en el caso de Balears son unos 700 millones de euros. Ese dinero llega con un decalaje de dos años, que es cuando se hace la liquidación.