El caso de Izan, el niño acosado de Lloseta, sigue trayendo cola fuera de Mallorca. Y es que el bullying sigue siendo un tema espinoso desde hace casi dos décadas, de difícil solución y que preocupa sobremanera a docentes, padres y clase política. Mientras la Guardia Civil se ha hecho cargo de investigar el episodio de acoso, tras la denuncia de la familia del menor, ahora los políticos a nivel nacional se pronuncian sobre el lamentable suceso. Pasamos de la indignación social a la indignación política. El vídeo de Izan escuchando en día de su aniversario 'feliz cumpleaños, gordo de mierda' capta todas las miradas estos días, justo antes del inminente inicio del curso escolar.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha sido muy claro este lunes: «Esos hechos son de una gravedad manifiesta». Aunque ha asegurado que desconoce la denuncia de los padres del menor o las actuaciones que se hayan podido desarrollar de oficio por la Fiscalía, Grande-Marlaska ha señalado que «evidentemente» estos hechos «tienen que ser investigados». Por su parte, la ministra de Educación, Pilar Alegría, también ha mostrado su apoyo a Izan, así como su «repulsa e indignación» por este caso de acoso, y ha anunciado que este episodio ha obligado a Educación a reactivar el Observatorio de Convivencia Escolar, inactivo desde 2013.
El episodio salió a la luz el pasado miércoles, cuando el hermano del menor subió a sus redes sociales una publicación en la que relataba el último de acoso sufrido por Izan, de tan solo 11 años. «Ha llegado a casa y lo primero que ha hecho es echarse a llorar y decir que esta vida es una mierda, que no quería vivir más». Ese día había sido el cumpleaños de Izan y acudió a la actividad de verano en la que está apuntado en el CEIP Es Puig, su escuela habitual, con una tarta de cumpleaños para celebrarlo. Fue recibido con los insultos habituales 'gordo', 'foca'... y durante el momento de cantarle el habitual feliz cumpleaños, lo cambiaron por 'feliz cumpleaños, gordo de mierda'.
Su familia lamentaba públicamente que ningún monitor hizo nada por evitarlo, al tiempo que recalcaba que no era un incidente aislado, ya que llevaba cuatro años sufriendo insultos y escupitajos por parte de un grupo de ocho chavales sin que el colegio hay hecho, siempre según las quejas de la familia de Izan, nada por evitarlo, a pesar de conocer la situación. Es más, el hermano de Izan hizo un directo en su cuenta de Instagram ese jueves, cuando la noticia todavía no había dado el salto a nivel nacional en el que su madre llegó a asegurar que «en es Puig se esconden muchas cosas a los padres para evitar manchar el nombre de la escuela». Además, reconoció que el director del centro le había llamado ese jueves para ordenarle hacer desaparecer el vídeo «o me denunciaría ante el Consejo Escolar».
Mientras, el EMUME (Equipo de la Mujer y del Menor) de la Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar el incidente, reuniéndose con la familia del menor y pidiendo al policía tutor del pueblo que les remita el informe que ha confeccionado sobre el incidente en el colegio Es Puig, Francina Armengol, presidenta del Ejecutivo balear, ha condenado este lunes, cinco días después del episodio, «el ataque contra cualquier niño o menor» y, por tanto, «cualquier abuso», y ha asegurado que el Ejecutivo autonómico «está al lado» del niño acosado en Lloseta. «Se está investigando y no puedo dar más datos», ha añadido, al tiempo que ha considerado que el protocolo antibullying de Baleares «está funcionando bien» y ha remarcado que el Instituto de Convivencia hace «un excelente trabajo».
Según datos del Instituto para la Convivencia y el Éxito Escolar (Convivèxit), el curso 2020/21 aumentaron los casos de acoso, así como las peticiones de asesoramiento relacionadas con el malestar emocional, la depresión y las conductas autolesivas, con la apertura de 308 expedientes, de los que 87 fueron valorados finalmente como casos de bullying; en comparación, el curso anterior 2019/20 se abrieron 262, de los que 69 siguieron adelante. Estos datos podrían llevar a la Conselleria d'Educació, que ya puso en marcha el curso 2016/17 un protocolo estandarizado antibullying para todos los centros de las Islas, a plantearse una revisión del mismo.