El jefe de sección del Servei d'Aigües Subterrànies de la Conselleria de Medi Ambient i Territori, Jordi Giménez, ha advertido este miércoles de los efectos que un crecimiento poblacional elevado puede tener sobre la disponibilidad de agua en Baleares. «Si la sociedad quiere crecer, crecer y crecer, la única manera de tener agua es fabricarla», ha señalado. En la Comisión no permanente de Estudio en materia de planificación y gestión de los Recursos Hídricos, en el Parlament, Giménez ha expuesto la situación de los acuíferos en las Islas, condicionada por el aumento de población y de turistas durante determinadas épocas del año.
Ante la previsión de que la población de Baleares continúe aumentando en los próximos años, los distintos grupos parlamentarios presentes en la comisión se han interesado por las consecuencias que esto puede tener sobre el agua para el consumo humano. Giménez ha destacado que «si hay una presión muy grande, los acuíferos acostumbran a estar contaminados y en peor estado», simplemente por el hecho de tener ciudades encima.
«Si la sociedad quiere crecer hasta 4 millones de personas, lo puede hacer, pero el agua no será nunca natural, será desalada». También ha indicado que otra opción es depurar y regenerar las aguas de consumo urbano para convertirlas en agua potable. Sin embargo, el jefe de sección ha recordado que este proceso de depurar aguas residuales cuesta dinero y energía. «Si nosotros queremos dar agua de calidad a la gente que vive aquí y a los visitantes, deberemos hacerle pagar esta agua», ha añadido.