Síguenos F Y T I T R
Restaurantes

Los restauradores de Mallorca temen que haya desabastecimiento de caracoles si no llueve

Los moluscos también están muriendo en Marruecos y en la Península, principales exportadores

Guillem Garí, propietario del restaurante Es Cruce, donde los caracoles son el plato estrella. | A. BASSA

| Palma |

Los restauradores de Mallorca temen que haya desabastecimiento de caracoles si no llueve en los próximos dos meses. La mayoría de restaurantes (salvo algunos gourmet) compran los caracoles a granjas de la Península y Marruecos donde el cambio climático, como en Mallorca, también está minando la población de estos moluscos. «Nuestros caracoles vienen de Lorca donde hay una planta en la que los recogen y los clasifican, pero se crían en granjas de la Península y de Marruecos. Nos están avisando de que si no llueve tendremos problemas de abastecimiento en un mes o dos y eso nos preocupa», explica Guillem Garí del restaurante Es Cruce.

Los caracoles son el producto estrella de este restaurante de Vilafranca que importa 50.000 kilos de caracoles congelados al año que luego cocina siguiendo las recetas tradicionales de Mallorca y dándoles su sello personal. «Los compramos limpios y congelados, algunos caracoles bover y mucha caracola, para concinarlos aquí. Es el plato que más vendemos, 500 o 600 raciones en un día normal y también hay mucha gente que viene y se los lleva. Por Sant Marc podemos vender 5.000 kilos», dice Garí.

Al propietario de Es Cruce le preocupa no solo el abastecimiento sino también que este vaya acompañado de una guerra de precios. «Nosotros ahora los estamos comprando a 5 euros el kilo y ya nos subieron el precio hace cuatro o cinco meses. Si hay desabastecimiento eso repercutirá también en el precio», lamenta Garí.

Buena parte de las granjas de caracoles que abrieron en Mallorca han cerrado en los últimos años y las que sobreviven tienen problemas por las altas temperaturas y la falta de lluvias. La Caragolera de Muro perdió sus caracoles en verano y ha tenido que recurrir a incubadoras. En Felanitx, Son Pou espera la llegada de caracoles reproductores tras perder toda la puesta por la torrentada de hace unas semanas. La producción local es insuficiente para abastecer la demanda de los restauradores de Mallorca.

Relacionado
Lo más visto