Baleares es la comunidad española que más turistas perderá en verano como consecuencia del calentamiento global y el quinto de los destinos turísticos europeos más perjudicados por la subida de las temperaturas. Esta es una de las principales conclusiones del estudio Impacto regional del cambio climático en la demanda turística europea realizado para la Comisión Europea por el Joint Research Centre (JRC).
El trabajo (que excluye a las Islas Canarias) analiza el impacto de la subida de las temperaturas entre en cuatro niveles de calentamiento (1,5ºC, 2ºC, 3ºC y 4ºC), abarcando así las estimaciones científicas más optimistas y las más pesimistas. En todos los escenarios Baleares perderá pernoctaciones turísticas en verano. La cifra caería un 8,16% si la temperatura aumenta 4 grados.
Con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) referidos a 2019, las Islas registraron entre junio y septiembre de dicho año un total de 39.627.080 pernoctaciones turísticas, por lo que con el impacto del 8,16 % la merma de estancias superará los 3,12 millones en Balears en los cuatro meses de verano. Según la Comisión Europea de Viajes el efecto de las cada vez más frecuentes olas de calor y del aumento de los incendios en el Mediterráneo ya se está notando. «El número de turistas que tenían previsto pasar sus vacaciones en Grecia, España o Portugal entre junio y noviembre de este año habría caído este año un 4%».
El estudio realizado por JRC para la Comisión Europea examina el impacto potencial del cambio climático en la demanda turística en las regiones europeas en el horizonte temporal 2100 y lo comparara con las cifras reales turísticas de 2019- Utiliza para ello datos de 269 regiones europeas mes a mes durante un periodo de 20 años. Sus hallazgos revelan que «las condiciones climáticas afectan significativamente a la demanda turística, siendo las regiones costeras las más afectadas».
La caída del 8,16% de las pernoctaciones estivales en Baleares se compensaría parcialmente con un aumento de las pernoctaciones turísticas en otras épocas del año menos calurosas. Las estimaciones son que los destinos del sur de Europa recibirán en torno a un 5% más de visitantes en primavera, otoño e invierno. «Además de la redistribución geográfica, también se prevé que los patrones estacionales del turismo se modifiquen considerablemente, ya que los meses de verano se volverán menos atractivos mientras que las temporadas media e invernal serán más atractivas a medida que mejoren las condiciones climáticas», dice la investigación.
Por delante de España en el ránking europeo de la caída de pernoctaciones están las Islas Jónicas (-9,1%), las islas griegas del norte del mar Egeo (-9 %), las islas del sur del Egeo (- 8,6%) y Chipre (-8,2%). Por contra los países nórdicos experimentarán un aumento de las pernoctaciones estivales. Gales Occidental en Reino Unido es el destino que más crecerá (casi un 16 % si las temperaturas suben 4 grados). Los expertos hablan de un «claro patrón norte-sur». «Se prevé que las regiones de Europa central y septentrional se vuelvan más atractivas para las actividades turísticas durante todos los meses del año en detrimento de las zonas del sur y del Mediterráneo», dice el estudio de JRC.
Soluciones
Entre las soluciones que se barajan, se aboga por acortar las vacaciones de verano y redistribuirlas a lo largo de todo el año, favoreciendo con ello la desestacionalización en las zonas turísticas del sur del Mediterráneo, entre ellas las Islas. Los touroperadores, hoteleros, agencias de viajes y aerolíneas, de momento, analizan con preocupación estas informaciones y son conscientes de que a corto o medio plazo tendrán que abordar esta situación para cambiar toda su programación de viajes. Durante este verano no han notado en Balears un descenso considerable de reservas turísticias por el calor.