Mucha tinta ha corrido sobre la preocupante falta de oncólogos en el hospital de Can Misses, de Eivissa. Sin embargo la salud de esta especialidad no es buena ni en el resto del Estado, ni en el resto de hospitales de las Islas. Varias fuentes consultadas aseguran que entre un 40 y un 50 % de la plantilla de esta especialidad está sin cubrir, no por una falta oficial del titular de la plaza, sino por causas ajenas al servicio que podrían ir desde a excedencias, medias jornadas, bajas o largos permisos. El caso es que estos delicados servicios, en los hospitales de las Islas, están incompletos, si bien también advierten de que los profesionales están dando una buena cobertura a toda la población.
Las cifras facilitadas por el IB-Salut son más optimistas que la de las profesionales consultados. De las 42 plazas de oncólogos médicos aprobadas en los diferentes hospitales, dicen, hay 34,5 activas, más del 80 %. Por centros serían las 15 plazas completas de Son Espases, 6 y una media jornada para las diez de Son Llàtzer; tres de tres en Inca; tres de cinco en el hospital de Manacor; tres de cinco en Can Misses, donde al menos hasta hace poco uno de ellos estaba de baja; y cuatro de cuatro en el hospital Mateu Orfila de Menorca.
La radiografía realizada en la tesis doctoral de Manuela García, quien en estos momentos es consellera de Salut, y en base a datos recopilados hasta 2020, es más afín a la primera versión pues deja una ratio media de oncólogos médicos por población de 3,72 especialistas por 100.000 habitantes, lo que sitúa a las Islas por debajo de la media nacional del 4,25 y cataloga al servicio balear de «deficitario».
En su análisis, alertaba ya del «marcado» problema de Eivissa, para el que su conselleria ya ha implementado medidas; seguido de Mallorca donde la tasa se quedaba en un 3,27 por 100.000 habitantes.
Pero si en la actualidad hay 42 plazas aprobadas de oncología médica por el IB-Salut, en el Col·legi de Metges había 40 oncólogos inscritos, de los que el 45% desempeñaban actividad en la sanidad privada.
Las faltas en las plantillas se deben también a la gran variedad de permisos o derechos que han ido adquiriendo los profesionales en los últimos años de forma que, si bien antes una unidad podía trabajar con algún puesto sin cubrir sin que hubiera importantes repercusiones, ahora es más difícil porque hay más faltas de asistencia justificadas. Por otra parte, el déficit de personal detectado desde los hospitales puede deberse a las jornadas parciales. Desde los centros contabilizan las horas efectivas de trabajo o las ausencias en el servicio, mientras que el IB-Salut sólo contempla las nóminas que paga.