La empresa aeronáutica Isla Air planea comercializar antes de que acabe 2024 vuelos regulares en hidroavión entre Palma e Ibiza. El primer vuelo de prueba, previsto inicialmente para noviembre de 2023, tuvo que reprogramarse debido al mal tiempo. «Ya disponíamos del permiso de AESA para el vuelo de noviembre, pero el cambio de fechas nos ha obligado a reiniciar la tramitación», explica Toni Jiménez, representante territorial de Isla Air en Baleares.
Este mes de enero tiene previsto reunirse con el alcalde de Palma, Jaime Martínez y con el presidente del Consell, Llorenç Galmés, para explicarles los pormenores de un proyecto que promete mejorar la conectividad entre Islas sin necesidad de ampliar los aeropuertos.
Para poder operar Isla Air precisa, además de la autorización de AESA, el visto bueno de la Autoritat Portuària de Baleares. «Llevamos cinco años de tramitación administrativa y ya es hora de empezar a concretar. Eso pasa necesariamente por la realización de estos vuelos de prueba, que son muy importantes porque es la única manera de que las personas que no han experimentado la hidroaviación vean como funciona», explica Jiménez.
En estos momentos ninguna compañía opera con hidroaviones en España, aunque una segunda empresa quiere hacerlo en Canarias. En Europa hay vuelos regulares de hidroaviones en Dinamarca. La compañía Isla Air ya está acreditada. Dispone de dos aviones en propiedad operativos para volar, matriculados y con todas las autorizaciones en el marco de la unión europea. La empresa cuenta con capital internacional de gente vinculada a Baleares y con un interés directo en aumentar la conectividad de la Isla aunque mantiene un hermetismo absoluto en torno a su principal inversor.
Su base en Mallorca estará en Palma, concretamente en el Dique del Oeste, aunque las naves (de 15 metros de largo y 15 de ancho) amerizarán y despegarán fuera del puerto. Los hidroaviones tienen capacidad para 19 pasajeros y dos pilotos. En una primera fase realizarán vuelos entre Palma e Ibiza y entre Ibiza y Barcelona con un mínimo de cinco frecuencias al día. En una segunda fase quieren ampliar el servicio a Menorca y Formentera.
«Hablamos de dar un servicio público 365 días al año, no solo en temporada alta. Aumentaremos la conectividad sin saturar el aeropuerto y con una menor huella ambiental», dice Jiménez.