Son los gladiadores del siglo XXI, abocados a la muerte por un sistema educativo, pero también social, que prioriza la recompensa rápida, la especialización frente al conocimiento, la inmediatez frente a la retrospectiva… Los especialistas en latín y griego luchan para evitar la desaparición de la enseñanza de las lenguas clásicas, en constante declive en toda España, también en Baleares.
Paradógicamente perdemos la posibilidad de formar expertos en lenguas clásicas que cada vez juegan un papel más determinante en el mundo global. ¿De dónde viene la palabra nanotecnología? ¿Cómo se ‘expresa' la inteligencia artificial? El griego no es una lengua muerta, está ‘vivita y coleando'.
En los últimos cinco años las Islas han perdido 90 estudiantes de latín y más de 200 de griego. Solo 85 de los 244 centros educativos de Baleares imparten actualmente estas materias. «No creemos que estemos tocados de muerte y consideramos que aún tenemos un largo camino por recorrer. No obstante, comenzamos a notar cómo la mercantilización cada vez más acusada de la educación en general nos afecta a nosotros en concreto», explica Eva Monzón, presidenta de Pèlag en Baleares.
Pèlag es un colectivo nacional que lleva años reivindicando un sistema educativo que incentive la enseñanza de las lenguas y la cultura clásicas en nuestro país. En una sociedad cada vez más competitiva en la que una sola décima decide el futuro profesional de nuestros estudiantes, en la UIB hay once carreras para las que el griego o el latín no ponderan extra, pero sí lo hacen si cursas la misma carrera en universidades de fuera de Baleares. Los estudiantes de carreras de Humanidades y Ciencias Sociales tienen más dificultades para quedarse en las Islas si estudian griego y latín que para entrar en universidades de Cataluña. Es la lucha de David contra Goliat.
Para estudiar Bellas Artes, Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Social, Pedagogía o Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la UIB no pondera el griego, pero sí lo hace en las mismas carreras en Cataluña. La situación del Latín es muy parecida. Pondera extra en las universidades catalanas para estudiar Administración de Empresas, Bellas Artes, CAF, Educación social, Pedagogía, Trabajo Social y Turismo, pero no lo hace en la universidad pública de Baleares.
«Hay que ser muy corto de miras para no ver que los estudios humanísticos cada vez están y estarán más presentes en los ámbitos de las nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial», avisa la presidenta de Pèlag.
«Como asociación ya fuimos en su momento a pedir explicaciones al rector de la UIB, pero aquella reunión no se materializó en ninguna medida concreta, como se constata en los datos», lamenta. Explica que «se produce un agravio comparativo hacia nuestras materias aquí en Baleares, lo que produce una disminución del número de matriculados en latín y especialmente en griego, la materia que más peligra a causa de esta deriva mercantilista que está adoptando la educación en este país.»
¿Qué hay detrás del declive del latín, pero especialmente del griego? «Es un hecho que todo lo que engloba el mundo clásico suscita gran interés entre el gran público. Solo hace falta ver el éxito acaparador de El infinito en un junco de Irene Vallejo con más de un millón de copias vendidas o la consolidación de festivales de cultura clásica en todo el territorio español como Tàrraco Viva, Magna Celebratio o, aquí en Baleares, el Maremagnum, que en 2025 cumplirá diez años», reflexiona.
El Maremagnum fue un éxito desde su primera edición en el Castell de Bellver en Palma. Tanto es así, que tuvo que trasladarse a partir de su segunda edición a la Misericordia porque el espacio se había quedado pequeño. Más de 700 estudiantes de secundaria pasaron en la última edición por el foro y la organización tuvo que aumentar el número de pases de los espectáculos y recreaciones para poder safisfacer la demanda. Palma ya hace dos días de representaciones y también hay actos en Ibiza y Menorca. «Festivales como estos se celebran por todo el territorio ¿Por qué entonces la enseñanza de los clásicos no cala entre los jóvenes?
La mayoría de profesores de latín y griego de los institutos de Baleares están solos. Dicho de otra manera: no tienen ningún otro compañero de especialidad. De hecho en estos momentos la bolsa de interinos ya está agotada. Si hay una baja habrá problemas para cubrirla. «El hecho que que estemos solos implica que no podamos impartir todo el abanico de asignaturas de nuestra especialidad (Cultura Clásica I y II, Latín de cuarto de ESO y latín y griego de primero y segundo de bachillerato) por falta de horas. En ocasiones tenemos que derivar estas asignaturas a compañeros de otras materias o que, gratis et amore, hacemos más horas extra de las que nos tocaría por ley para asegurar la vida de estas asignaturas en los institutos», dice Pèlag.
«Nos consta que hay buenos números de matrícula en las culturas clásicas de los centros de Baleares, aunque la cosa cambia a partir de cuarto de ESO, momento en el que los estudiantes se orientan a unos u otros estudios y las matriculaciones suelen disminuir, sobretodo en materias como el griego», advierte la asociación.
Los profesionales tienen claro que la raíz del problema no está en las inquietudes del alumnado. «A lo largo de nuestra carrera son muchos los alumnos que nos han manifestado su deseo de cursar latín o griego, pero que no lo han acabado haciendo porque no les ponderaban para entrar a la carrera universitaria que habían elegido. De hecho las ponderaciones han perjudicado desde que existen, pero especialmente desde que las ha establecido la UIB, que es donde acaban estudiando el gran grueso de estudiantes que pasan por nuestros centros», concluye.
¿En qué carreras ponderan las lenguas clásicas en la UIB? El griego no pondera para estudiar Educación Infantil o Primaria, pero en cambio ponderan física y química. «Que no se nos malinterprete, no consideramos que no tengan que ponderar estas materias, pero ¿por qué no las nuestras con el bagaje cultural que comportan, sobretodo para aquellos futuros maestros que tendrán que transmitir el saber al futuro de nuestra sociedad?», sentencia Pèlag.