El Govern instalará sensores en una zona turística para medir el nivel de ocupación que, entre otros parámetros, calcularán el número de teléfonos móviles que hay durante un periodo de tiempo en una zona concreta objeto de estudio. Se trata de un plan piloto que se desarrollará este verano en una zona específica de la Isla aún por determinar –previsiblemente en una zona natural de gran densificación turística– una idea que avanzó la presidenta del Govern, Marga Prohens, pero que la desarrolla la Vicepresidència que dirige Antoni Costa.
La intención es elegir una zona turística o natural de las isla con una gran carga de turistas y calcular su ocupación a tiempo real y con datos concretos. El Govern asegura que quiere determinar si existe saturación con números concretos y no con «sensaciones», según indica un portavoz.
El Govern admite que hay congestión en las islas, especialmente en los meses de verano, como paso en otros muchos puntos ya que se trata de un fenómeno global. El mismo portavoz añade que lo primero que debe hacerse es calcular la congestión para poder actuar después y gestionar esos picos de ocupación exagerada.
El plan piloto se hará en un espacio concreto y, una vez hecha esta experiencia y en función de sus resultados, se trasladará a zonas más amplias de las islas para tener datos reales en todo momento. A partir de entonces, se tomarán las medidas que se consideren oportunas. El Govern quiere tomar decisiones, pero con datos concretos, según las mismas fuentes.
La presidenta del Govern había respondido a una pregunta del portavoz de Més, Lluís Apesteguia, precisamente en un día en que resultaba complicado caminar por el centro de Palma por la combinación de los compradores de Sant Jordi, los turistas que se acercaron a la ciudad por culpa del tiempo, la presencia de cruceros y los asistentes a la Conferencia de presidentes de Parlamentos Europeos y sus medidas de seguridad extraordinarias.
Prohens se refirió al «turismo masivo» y al «efecto llamada» de las redes sociales, algo que se aprecia cada verano en espacios como el Caló des Moro, el mirador sobre la Foradada en Son Marroig y otros puntos de la isla.
Los datos que se recojan con este sistema permitirán tomar medidas a la hora de reforzar el transporte público en una zona concreta, por ejemplo. También, si es el caso, para tomar medidas limitativas, como las que ya funcionan desde hace años en los accesos a la península de Formentor durante los meses de verano.