Los consejeros de Agricultura de Baleares, Joan Simonet, y de Canarias, Narvay Quintero, han coincidido este martes en que las ayudas estatales al vino están pensadas para las grandes bodegas de la Península, y no tienen en cuenta la situación particular de las islas, donde las cosechas son más reducidas.
Los consejeros, que se han reunido en Tenerife para intercambiar experiencias vinculadas a la gestión en materia agraria, han coincidido en que ambas regiones tienen problemas similares, aunque en el caso de Canarias «multiplicadas por tres» debido a su lejanía, ha señalado Simonet en declaraciones a los periodistas. Han pedido al Gobierno de España que se revisen las líneas de ayuda que tengan en cuenta las particularidades de las islas, donde las explotaciones ganaderas también son «muy pequeñas» si se comparan a las de la Península, lo cual tampoco se tiene en cuenta en los límites mínimos que se establecen para acceder a una subvención.
En concreto se refieren a las ayudas que da el Gobierno de España a la implantación o a la promoción exterior de las bodegas, de las que las islas quedan fuera por su tamaño, lo que las hace «jugar en desventaja». La limitación del agua y del territorio, así como el poco peso del sector agrario respecto a la economía total, son algunos de los problemas a los que ha hecho referencia el consejero de Baleares, quien se ha referido también a «la lucha diaria» para que los agricultores vendan los productos a buenos precios.
Además, se ha mostrado partidario de llevar «todos estos problemas» a Bruselas, pues «no es lo mismo un agricultor del norte de Europa que un agricultor del Mediterráneo o de las zonas insulares como pueden ser Canarias o Baleares». El balear ha valorado la promoción agroalimentaria que se lleva a cabo en Canarias, que ha dicho que en este sentido está «mucho más avanzada» que Baleares, pues a su juicio es fundamental que los productos no solo se den a conocer al residente sino al visitante. El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, ha indicado que las dos comunidades tienen «un problema básico» de transporte, interno y con el continente.
Ha precisado que la media de las explotaciones agrícolas a nivel continental suele suponer 10 hectáreas, en Baleares y Canarias la media es menos de una hectárea, al tiempo que ha defendido «un frente común» para que España y Europa entiendan las peculiaridades. «Yo creo que podemos hacer un frente común, no para luchar contra el Estado, sino para hacer entender al Estado» que las islas son diferentes, ha aseverado Quintero, quien ha apuntado que «el sector primario genera un paisaje que al turismo le gusta ver». Asimismo, ha propuesto al Gobierno de España un régimen específico tanto para Baleares como Canarias porque «son diferentes e insulares», lo que merece «un trato diferenciado» como el que da Europa a la segunda comunidad, que es región ultraperiférica.