Las principales asociaciones de navegantes de las Islas critican al actual Govern por mantener la misma política en torno a los fondeos que el anterior. En una carta al Ejecutivo autonómico denuncian en concreto la proliferación de campos de boyas en las costas. «Hemos podido demostrar que la náutica de recreo no tiene impacto sobre los ecosistemas marinos en zonas de fondeo recreativo como playas y calas de nuestra geografía y que lo realmente destructivo para estos ecosistemas son los vertidos ilegales e incontrolados de los diferentes emisarios que pueblan nuestras costas».
La Asociación de Navegantes Norte de Mallorca y ADN Mediterráneo suscriben un comunicado conjunto en el que advierten con poner en marcha movilizaciones:«No nos quedará otro remedio, muy a nuestro pesar, y mantener una línea continuista y seguir la senda con la que iniciamos nuestra andadura, ya que al parecer, la voluntad de los actuales gobernantes sigue también una línea continuista».
Ambas organizaciones culpan al Govern de «mantener las políticas prohibitivas y coercitivas de sus predecesores» y, en concreto aluden al estudio de un campo de boyas en es Trenc y que se haya licitado otro en Formentor. Sobre este último señalan:«Es la única playa de arena de toda la bahía de Pollença, el único resguardo a donde pueden ir las pequeñas embarcaciones de la zona a pasar un día con sus familias tranquilamente sin arriesgarse a tener mala mar. El único sitio donde los niños pueden bajar nadando a la playa, si la distancia de las boyas no lo impide y hacer algo tan mundano como un castillo».
Insisten en que en la bahía de Pollença no se ha producido ningún retroceso de la superficie de posidonia. «A pesar de todo, ustedes (por el Govern) pretenden seguir manteniendo una política de fondeos restrictiva y sin parangón en otros países del arco mediterráneo, criminalizando a familias cuyo único delito es querer disfrutar de nuestro mar y nuestra costa y a todo un sector que es uno de nuestros motores». A cambio, denuncian, se permite a las grandes esloras fondear de cualquier manera fuera de los cambios de boyas y a no actuar contra emisarios y los vertidos. «Todo ello a cambio de la exigua recaudación de 82 boyas que da risa y pena».