Tres hombres han sido condenados doce años después de provocar destrozos en una finca de Santa Margalida para buscar setas. Los acusados, dos en el banquillo y uno a través de videoconferencia, se declararon ayer en el juicio autores de un delito de daños y aceptaron una multa de 360 euros cada uno. La jueza tuvo en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada.
Los hechos juzgados ocurrieron sobre las 14.00 horas del 30 de octubre del año 2012, cuando los acusados, junto a otro que ya ha fallecido, se personaron en la finca Es Ravalla, que está situada a la altura del punto kilométrico de la carretera de Artà-Can Picafort, en Santa Margalida.
Los hombres accedieron al interior para recoger setas silvestres tras derribar los palos de madera que sujetaban un tramo de la valla. El encargado de la finca sorprendió a los cuatro individuos y huyeron. Los desperfectos ocasionados en el vallado ascendieron a 1.080 euros, según la empresa propietaria del inmueble.