La presidenta del Govern, Marga Prohens, ha anunciado este martes la prohibición del alquiler turístico de embarcaciones privadas en Baleares mediante una modificación urgente del decreto de chárter náutico que aprobará este viernes el Ejecutivo.
La medida se adopta en respuesta a la norma estatal que permite a embarcaciones privadas operar comercialmente durante tres meses al año, algo que el Ejecutivo balear rechaza por completo por su impacto en la sostenibilidad y la seguridad marítima, especialmente en un territorio con elevada presión náutica como el archipiélago.
Prohens ha explicado, tras participar en la Mesá Náutica, que el nuevo decreto mantendrá el alquiler restringido a embarcaciones profesionales (sexta lista del registro marítimo) e impedirá que las privadas (séptima lista) cambien temporalmente su uso para operar comercialmente.
La presidenta ha remarcado que la saturación del litoral y la escasez de amarres impiden autorizar el doble uso de las plazas portuarias, donde hay más de 7.000 solicitudes pendientes, y ha afirmado que la actividad comercial debe desarrollarse solo en espacios expresamente autorizados.
Ports IB, la empresa pública gestora de los puertos autonómicos, ya ha aprobado una resolución que prohíbe el uso comercial de amarres concedidos a particulares y ha exigido a las entidades concesionarias un informe detallado sobre la distribución de usos en sus instalaciones en un plazo máximo de diez días.
El Govern considera que su decisión garantiza un modelo de gestión del litoral basado en la sostenibilidad, el control público de los recursos portuarios y la defensa de la autonomía balear frente a decisiones estatales que no se ajustan a la realidad insular.
El PSOE anunció este lunes que el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible modificaría la normativa para que la autorización de alquiler de embarcaciones particulares para uso turístico no afectase a Baleares a partir de la próxima temporada.
La ley tenía poco sentido más allá de recaudar, al igual que el alquiler sin titulación. De todos modos el mercado se está autoregulando, la gallina de los huevos de oro murió de éxito y la situación económica cambiante, o viene turismo de lujo o de ryanair. Pocos pagan 300€ por un día de barco si les va justo ir a un restaurante. En Cala Galdana ya no hay barquitas sin titulación, se ven pocas este año en general, por suerte de todos.