Guillem López Casasnovas (Ciutadella, 1955), un referente en economía de la salud, impartió este lunes en Palma la conferencia Carlos Campillo-Confieso que he vivido. 40 años de Economía de la Salud, un repaso personal y crítico a toda una vida de investigación y compromiso con la sanidad pública en el marco del X Programa Experto en Política Sanitaria y Farmacoeconomía al que acudieron especialistas internacionales y nacionales.
«Durante 10 años hemos realizado este curso en Palma y cuando murió Carlos Campillo, desde el Centre de Recerca en Economía de la Salut (CRES), decidimos dedicársela», explica López. También, informa que normalmente «se escaqueaba» de presidirla, sin embargo este año, coincidiendo con el año de su jubilación le ha tocado realizar los honores.
Al rememorar su trayectoria, expresa que siempre ha capitaneado por recordar que «para realizar un buen análisis del sistema, no solo hay que tener en cuenta el bagaje económico, sino también la contribución clínica». En este sentido, señala que la parte clínica e investigación siempre la cubrió de forma altruista Carlos Campillo, aún así esclarece que no pretende que la charla sea un memorial de su muerte, de modo que sobre esta base preparó un abordaje del sistema sanitario español destacando aspectos positivos y negativos. «El sistema sanitario tiene un buen diagnóstico, pero tiene muy difícil construir en un buen pronóstico», subraya. Afirma que tiene sus recursos y en comparación con otros sistemas, que gastan mucho más, sus indicadores globales son mejores.
La idea de que cualquier sistema público estatal tiene que consolidarse es uno de los punto a corregir, manifiesta. «Suena bien, pero si significa seguir haciendo lo mismo es muy mal pronóstico porque lo que se avecina son nuevas tecnologías, medicina personalizada, tratamientos a la carta, etc». Por ello, reconoce que conviene «flexibilizar y tener capacidad de respuesta» y descarta que el principal problema de la sanidad sea la sostenibilidad financiera, «¿Cuánto dinero dedicamos al sistema? La derecha dice una cosa, la izquierda otra», comunica. «El problema no es tanto de sostenibilidad, sino de solvencia, es decir, la capacidad para afrontar nuevos retos», agrega López.
Repara que ante los retos coyunturales, es necesario que el sistema sea «ágil» y «lo que antes parecía que debía ser todos por todos a la mejor calidad, ahora resulta que debe priorizarse de acuerdo con el coste de efectividad de las prestaciones». Así pues, señala que «tener un sistema cerrado y consolidado, no va bien». Como avances resalta que la cartera de prestaciones sanitarias se organiza según criterios de coste-efectividad, evaluando previamente nuevos tratamientos dentro de redes europeas de tecnología sanitaria para decidir si merece la pena ser integrada.
El sistemas de salud que tiene tan buen diagnóstico es el mismo que esclaviza a los recién licenciados con el MIR? El mismo que agota y revienta a nuestros médicos con un sistema de guardias extenuante? Y ya que hablamos de eficiencia... Es el mismo que no controla la hora de llegada de los facultativos ni el tiempo que pasan en la cafetería? Lo digo porque el trabajo que dejan de hacer algunos lo tienen que recuperar los que sí se toman en serio su trabajo. Pues por todo lo anterior y muuuchas cosas más creo que el diagnóstico que ha hecho este señor es el que quería oír quien se lo encargó. Siempre ha sido la voz de su amo.