«Tenía una mancha bajo el ojo derecho que empezó a picarme, a escocerme y a cambiar de color. Me preocupé y pedí cita con un dermatólogo. Allí me diagnosticaron una mancha con riesgo de cáncer de piel. Me anestesiaron y me la retiraron justo a tiempo. Me dijeron que, de haberlo dejado pasar, podría haber perdido el ojo, especialmente por estar en una zona tan sensible», explica E.M., socorrista que lleva ocho años trabajando en las playas de Calvià, donde este fin de semana está prevista una nueva huelga precisamente para poner de relieve su precariedad laboral y los peligros para la salud que sufren.
Su testimonio revela el lado más invisible del trabajo de los socorristas: la exposición constante e intensa al sol, sin la protección adecuada, que pone en peligro su salud. «Lo que me pasó a mí podría estar pasándole a otros compañeros y ni siquiera lo saben», alerta. «Es algo silencioso, a veces solo una pequeña mancha que no se le da importancia, pero puede ser un aviso grave».
Además del riesgo físico, E.M. denuncia las condiciones laborales que sufren: largas jornadas, escasas plantillas y torres de vigilancia abiertas que no ofrecen sombra ni protección frente a la radiación solar. «En algunas playas recorremos hasta 10 kilómetros a pie, siempre bajo el sol, y sin un lugar cerrado donde refugiarnos», añade.
«Nos prometieron torres cerradas, pero solo pusieron las mismas estructuras abiertas de siempre, que no cumplen con la prevención de riesgos laborales», afirma. «En temporada alta, cuando el sol aprieta, el trabajo es especialmente duro y la salud se resiente».
«Esto no es solo una queja, es una llamada de alerta. Estamos poniendo nuestra salud y nuestra vida en riesgo por cuidar la seguridad de todos. Si no nos escuchan ahora, la próxima historia que lean podría ser mucho peor. Exigimos medidas reales y urgentes, porque no podemos seguir trabajando bajo estas condiciones».
Exigen soluciones al Govern
Desde hace tres semanas, los socorristas de Mallorca, Menorca e Ibiza mantienen una huelga que reclama una revisión urgente del modelo actual de vigilancia en playas. Sus principales demandas incluyen plantillas más amplias, duración del servicio ampliada, y sobre todo, medidas de protección real frente a la radiación solar, como la instalación de torres cerradas y una reducción de los recorridos a pie.
La sección sindical ha acusado directamente al Govern balear y a la presidenta Marga Prohens de «mirar hacia otro lado» mientras se deterioran las condiciones laborales y el sistema de vigilancia. También exigen respuestas al director general de Emergencias, responsable de la normativa que regula los servicios de socorrismo.
Los socorristas insisten en que las condiciones actuales no garantizan su salud ni la seguridad óptima en las playas, y reclaman una respuesta inmediata por parte del Govern balear. La continuidad de la huelga refleja la tensión creciente en el sector y la necesidad de una revisión profunda de la normativa y los recursos destinados a la vigilancia litoral. Las próximas semanas serán clave para determinar si las autoridades atienden las demandas y evitan un deterioro mayor en el servicio.
Como cualquier trabajo tiene sus epis. Si estás delante del sol y no te pones gafas de sol polarizadas y te gastas 100 € buenos no llores. Es comonsi un albañil no se compra buenos guantes o botas o un piloto un buen casco o mono….