Tras la Ultra Trail du Mont Blanc (UTMB), el evento mundial por excelencia de esta modalidad, hay muchos vencedores, a parte del que entra primero a meta. Y este 2016 uno de estos victoriosos ha sido el joven menorquín, Àlex Urbina, que ha irrumpido como un ciclón en este 'mundillo'. Urbina, en su debut en la mejor ultra trail del planeta, terminó Top-50 (44º), el 26 sénior, noveno mejor español y mejor balear, tras recorrer los duros 170 km en 28 horas, 9 minutos. Además, muestra del 'carrerón' del mahonés, finalizaba por delante de una leyenda de la Compressport Trail Menorca Camí de Cavalls, el estadounidense Michael Wardian. Urbina, que estudia en Salamanca y ahora se va de Erasmus a Oporto, ha compartido con «Es Diari» su vivencia única.
«Estoy en una nube, más que satisfecho y todavía no me lo creo. Sabía que había hecho las cosas bien porque confío mucho en mi entrenadora, Laia Díez, pero era consciente que mínimo había 200 profesionales y yo no entraba en los pronósticos; más cuando entrenas una prueba con semejante desnivel en Menorca. Confío mucho en mí pero no esperaba está posición la verdad». Así de contundente se mostraba ayer Urbina, aún en shock tras zamparse y de qué manera el Mont Blanc. O sea, que el de Maó aún no es consciente. «Cuando pase el tiempo lo asimilaré. Es la 'Meca' del Trail running y no sólo la he terminado sino que me he colado entre los 50 primeros, cuando muchos lo intentan años y no la terminan».
Mano a mano con Wardian
Eso sí, pese a lograr un gran tiempo, «con lo ambicioso que soy quería bajar de 28», admite Urbina, que relata como en el último tramo (12km) hubo una tormenta eléctrica muy fuerte que incluso «me hizo pensar que podían suspender la carrera y claro, con la bajada técnica de piedras y todo mojado, fue imposible», explica, que prosiguió narrando su cuerpo a cuerpo con Michael Wardian. «Me crucé con él varias veces desde el 110 km al final. Nos presentamos, hablamos de la CdC e incluso corrimos horas juntos y me dio muchos consejos». En el último avituallamiento, «le dije que me veía con fuerzas y que tiraba para la cima que ya me cogería porque él era más rápido subiendo pero al final no me cogió porque creo que terminé siendo de los más rápidos en el último tramo». Urbina se pegó a Wardian «porque sabía que era una apuesta segura, una institución en USA y si no recuerdo mal, olímpico. Le estoy muy agradecido».
¿La llave del éxito? «Entrenamiento día a día; en agosto sólo he descansado un día antes de correr y he alternado dobles sesiones. Desde junio preparándola y el entrenamiento para Camí de Cavalls ha ayudado mucho». Y en carrera, la clave, «no importarte la posición al principio ni los que te adelantan porque si haces las cosas bien– alimentación, ritmo, hidratación– vas recogiendo 'cadáveres' como llamamos a los que han salido demasiado rápido». Urbina, pendiente aún de definir su calendario del 2017 y sin descartar repetir en Mont Blanc, reconoce que hubo momentos muy duros. «Los momentos más difíciles fueron cuando en Cormayeur, al no tener asistencia, los 'pros' me adelantaron porque me tuve que hacer todo yo. Pero soy muy duro de cabeza y luego los adelanté poco a poco». Otro momento complejo fue cuando, en el km120, «me adelantaron Wardian y algunos americanos, pero me junté con ellos y al final les conseguí ganar. Al llevar 120km y piensas que te quedan 50 km, estás desecho y no puedes más pero no sé cómo, consigues sacar fuerzas». Un truco que usa Urbina es la música. «Otro, creo que el más importante, usar el teléfono; en una entrevista, Zígor Iturrieta decía que ya que nos obligan a llevar móvil de material obligatorio, hay que usarlo. Me llaman amigos o familiares en momentos difíciles, da mucha fuerza y son el motor para seguir».
Finalmente Urbina, ya en plan reposo y feliz por estar patrocinado por Compressport– «están muy contentos con mi actuación y estoy abierto a cualquier cosa con ellos»–, se ha impresionado por todo lo que envuelve la UTMB. «Lo que más me ha impresionado es la cantidad de gente que hay en este evento, tanto corredores, como familiares, espónsors, organizadores... Y, sobre todo, lo bien organizado y señalizado que está. Y personalmente claro, correr entre 'pros' y saber que tienes muchos detrás de ti. Ello te ayuda a seguir fuerte», zanja, aún emocionado el corredor de Maó.
Ludovic Pommeret y Caroline Chaverot fueron los más fuertes en Mont Blanc. El francés fue el gran tapado del día en una jornada en la que los grandes favoritos acabaron abandonando la prueba. Hasta el tramo final, la victoria estuvo muy abierta, con hasta cuatro corredores en unos minutos. Chaverot ejerce un dominio aplastante que le da el triunfo.