Elena Segszdaite (1981), natural de Lituania pero residente en Menorca desde hace años, se ha coronado como campeona absoluta de la RENNST Hike World Championship celebrado en Alemania. La competición consiste en recorrer 170 kilómetros por las montañas del país alemán en la modalidad de marcha nórdica con un desnivel acumulado de 7.000 metros, empezando en la localidad de Blankenstein y terminando en Gumpelstadt.
Esta carrera se tenía que haber celebrado el día 1 de mayo de 2021, pero por la situación sanitaria no se puedo realizar en su fecha original. Esto supuso un duro revés para Elena, que había entrenado muy fuerte para llegar en plena forma a la carrera de mayo, pero rápidamente cambió su sistema de entrenamiento para llegar todavía mejor a agosto. Pero no se pensaba que sería tan dura. Niebla, lluvia y frío acompañaron a la deportista durante todo el trayecto, lo que hizo que muchos de los participantes se retirasen de la carrera. «La competición es muy dura, muy exigente, y el tiempo no acompañó. Estaba todo el rato lloviendo, la gente tenía lesiones, no tenían fuerza para nada… Yo ahora tengo las piernas hinchadas, con heridas y ampollas, porque esto es una lucha, pero estoy muy contenta», afirma Elena.
En una carrera marcada por el clima, la residente en Menorca supo hacer caso omiso a todas las adversidades que se le presentaron y logró llegar a meta con un nuevo récord absoluto en este campeonato con una marca de 26 horas, 49 minutos y 44 segundos, batiendo el anterior que estaba en 28 horas y 35 minutos en posesión de Daniel Traut, conseguido en 2019. «Los últimos kilómetros son una locura, con subidas inclinadas a 20 por ciento, es brutal. Todavía tengo la vista de la montaña en mi cabeza, me impactó mucho», argumentaba. No obstante, Segszdaite confirma que le gustaría repetir la experiencia más adelante, pero con un clima mejor. «Me perdí con el GPS durante unos 5 kilómetros y tuve que volver atrás, y en gran parte fue por el tiempo, si hubiera sido mejor podría haber estado más tranquilo».
En el kilómetro 30, le salió una ampolla muy grande en el pie derecho, pero siguió con su camino hasta el final. «Me dolía un montón, me sangraba y era carne viva, tengo los pies destrozados, pero yo siempre digo que no paro hasta que no llegue a la meta, pase lo que pase. El dolor tiene que ser tu amigo, tienes que aceptarlo», comenta.
Ahora, competiciones extremas
Ahora, la lituana quiere probar competiciones todavía más extremas y llevar su cuerpo al límite, pero para asumir estos riesgos, los deportistas como Elena, deben tener el factor psicológico de su lado. «En las carreras de larga distancia, la mentalidad es muy importante, la tienes que dominar. Hay gente que es mentalmente muy fuerte y llega a donde quiere», asegura la atleta.
Además, es entrenadora personal y tiene un club deportivo de marcha nórdica en Menorca, por lo que ahora se dispone a preparar a sus atletas para las competiciones en Mallorca y en Madrid. «Para mí el deporte es mi vida», concluye.