«Creo que a veces es necesario mirar hacia atrás para ver de dónde venimos y todo el camino que hemos recorrido, para valorar y pensar si es el camino que queríamos seguir. No ha sido fácil y he tenido que trabajar mucho. Pero después de sufrir un accidente hace cinco años haciendo triatlón y que casi me quita la vida, he conseguido perdonarme con este deporte y través de él tener la oportunidad de vivir unos juegos».
Palabras emocionadas, llenas de satisfacción y orgullo del paratriatleta de Maó, Nil Riudavets, quien cinco años después de vivir un grave accidente en Catalunya que casi le quita la vida, ve ahora como en unas semanas cumplirá su gran sueño de participar en unos Juegos Paralímpicos, en París 2024. Si bien el menorquín finalizó el período de clasificación paralímpica entre los nueve primeros del ranking– factor clave para estar en la cita de París–, falta la convocatoria oficial de la Selección Española. Y sí, Riudavets, va.
Riudavets, muy orgulloso
Nos decía ayer mismo Nil Riudavets que le hacía mucha ilusión esta página para hablar de los Paralímpicos, siendo el segundo menorquín en acudir. «La verdad es que sabía de Miki Sánchez en el fútbol y vivo con mucha naturalidad saber que voy a París a unos Juegos Paralímpicos. Me imagino en Francia, con mis amigos y mi familia, que estará conmigo», señalaba a «Es Diari» el mahonés, de una presencia «que fue un sueño que se me metió en la cabeza tras tener el accidente y que ahora será una realidad. Vi que podía volver al triatlón, que había unos Juegos Paralímpicos y que quería vivir esta experiencia, tras la dureza de todo lo que me trajo el accidente. Tenía la oportunidad».
Sabe Riudavets que la competición será «muy dura. Mi categoría es muy compleja, casi todos son amputados de piernas y los de brazos estamos más afectados. Será un nivel muy duro y competitivo pero iré a competir al máximo y lograr mi mejor posición posible», avisa el de Maó. «Siempre pensando en disfrutar y gozar de mi primera experiencia en unos Juegos Paralímpicos», abunda, eso sí, asegurando que llega «tras haber entrenado mucho y fuerte. Llegaré en muy buena forma».
Del mismo modo hablaba ayer Riudavets para este diario del circuito que se encontrará en París 2024, «siendo una zona muy dura en el río Sena, que ahora mismo está cogido en pinzas. Y será con adoquín, que siempre es más complicado, a diferencia del correr, que nunca es complicado», dice el insular, de cara a su participación en esta prueba paralímpica sprint, de 750 metros a nado, 20 kilómetros de bicicleta y otros 20 de correr.
La immediatez de los Juegos Paralímpicos lleva estos días a pensar muchas veces a Nil Riudavets en su trayecto hasta aquí, que ni mucho menos ha sido un camino de rosas, después de su fatal accidente. «Viví una primera etapa después del trance de mucho odio hacia todo lo que era el deporte y ni se me pasaba por la cabeza nada aunque una vez me fui perdonando a mí mismo y fui aceptando mi situación, mi vínculo con el deporte era tan fuerte que tenía muchas ganas de volver a competir y practicarlo», recuerda emocionado.
«Fue aquí cuando miré las opciones que tenía para poder luchar por estar en unos Juegos Paralímpicos y al final decidí ir hacia el triatlón, el que me llevó al accidente pero también que me había ofrecido grandes momentos y amigos», cerraba.
El apunte
El futbolista de Maó Miki Sánchez fue el primer insular en unos Paralímpicos
Sabía Nil Riudavets cuando habló con este diario que era el segundo menorquín que participaría en unos Juegos Paralímpicos, después de su paisano, Miki Sánchez, que abrió la lata en los pasados Paralímpicos de Tokyo 2020. Y ahí estuvo por primera vez en la historia del deporte adaptado de Menorca el jugador internacional de Maó, Miguel Ángel Sánchez (fútbol-5, clase B1), conocido como Miki; un jugador residente desde hace años en Madrid y jugador del Madrid 11 Betis San Isidro, de la liga española de fútbol para ciegos. Los primeros Juegos Paralímpicos en los que se disputó fútbol-5 masculino para ciegos fueron los de Atenas 2004, por lo que poco tardó Menorca en pisar esta modalidad, en pies del mahonés.