Un oportuno baño de autoestima se dio ayer tarde el Menorca Bàsquet frente a un Cáceres menos fiero de lo que se temía. El equipo de Josep Maria Berrocal, aún sin Coppenrath que estará mes y medio fuera de las canchas de juego debido a su lesión en la espalda, ofreció su mejor versión hasta el momento y, en todo caso, mucho más ajustada a lo que de este conjunto se espera hasta capturar una victoria tan oportuna como necesaria que permite dejar atrás el disgusto de la reciente derrota en Girona.
Aún en proceso de consolidación, el Menorca podrá crecer más y mejor durante la semana a partir de este triunfo, el tercero en seis encuentros, y encarar la próxima salida a León con otro talante.
Definitivamente K.O. Taylor Coppenrath, Berrocal experimentó con Matalí en la pintura, junto a Arteaga. La solución inicial no resultó porque el Cáceres, con Williams y Sanguino, se apropió en exclusiva del rebote en ataque para desesperación de los menorquinistas y su afición (2-6).
Rápido, el técnico catalán sentó a Matalí y dio la alternativa a Urko que equilibró la batalla en los postes. Arteaga, entonces, se asoció con un espléndido Jiménez y el Menorca reaccionó hasta ponerse 6 arriba tras un parcial de 14-4 (16-10). Aranzana también movió su banquillo y recurrió a Antelo. Un triple suyo y la fiabilidad de su mejor hombre, Williams, arriba detuvieron el marcador al final del primer acto con 3 puntos de renta para los mahoneses (22-19).
Con la segunda unidad en juego, salvo Arteaga, el Menorca mantuvo un tono defensivo sobresaliente que secó por completo a los cacereños aún a costa de hipotecar, de entrada, su producción ofensiva. Aranzana volvía a reservar a su estilete, Antelo, y el marcador se movía en guarismos reducidos (26-21 a 6'25).
Berrocal optó entonces por darle otra marcha al partido y buscó la agilidad de Urko y Matalí para romper la defensa extremeña. Subidos a lomos de un Dani Pérez que jugaba sus mejores minutos desde que se enfundó la zamarra del Menorca, el equipo dejó atrás a su rival. El base catalán convirtió 8 puntos en este tramo, con una última canasta sobre la bocina, y los triples de Matalí y Bas acabaron por quebrar el luminoso con un parcial de 10-0 que al descanso reflejaba un esperanzador 43-27. El Cáceres sólo había anotado 8 puntos en este segundo cuarto.
El Menorca había hecho, aparentemente lo más difícil, y así fue porque la reanudación acentuó su dominio en la cancha en todas las facetas del juego, especialmente en su infranqueable defensa. Ahora con Antelo, renqueante por un esguince, Williams y Scott en pista, el Cáceres tampoco dio con la clave para entrar en el partido y el Menorca cabalgó hacia la paliza.
La intensidad de Urko junto a los puntos de Navarro y los triples de Bas y Blanch convirtieron el partido en una manifestación monocolor. Así el tanteo se incrementó paulatinamente hasta superar los 20 puntos (58-36 a 3'30 del final del tramo). Aranzana había parado el choque pero tampoco con la entrada de Cherry por un espeso Dani Rodríguez pudo modificar el desarrollo de los acontecimientos.
Williams cometía su cuarta falta antes del final del cuarto que ya denunciaba el contundente triunfo de los menorquinistas (65-42). Y en el último acto fue el propio americano el que se salió del guión con sus puntos en la pintura (acabó con 22, máximo encestador del partido). Su equipo mejoró resguardado tras los cambios defensivos pero el Menorca apretó en el tramo final y clausuró el partido con un demoledor 84-61.