"Llega el momento más divertido del año" es una frase con la que los equipos afortunados que se meten un play off para un título o un ascenso por un lado se congratulan del éxito de superar bien una fase regular y por otro, posiblemente intentan hacer frente a la presión.
Y no cabe duda que hay dos duelos en el play off de la Adecco Oro en el que una mayoría de técnicos indican que va a haber una teórica igualdad. Uno es la serie entre Burgos y Cáceres. El otro es el Menorca Bàsquet-Breogán que nos ocupa.
Reconocida como una de las mejores plantillas de la Adecco Oro, el Menorca ostenta la marca de ser el equipo que menos puntos ha recibido de media por partido, lo que significa que tiene una apreciable defensa. Pero también ha demostrado dificultades en el aspecto atacante: le cuesta encontrar el equilibrio entre su juego interior y exterior cuando las defensas rivales se cierran y es oportuno que funcione el perímetro, a pesar de que tiene jugadores de calidad en esas funciones (todo el mundo piensa en David Navarro, por ejemplo).
Y en el aspecto del carácter, una de las sensaciones generalizadas es que en los partidos clave, cuando las cosas se tuercen un poco, el equipo se viene abajo y no aparece la figura de un líder que aporte un plus de personalidad, algo que en un play off se ha de superar, más allá de tener el factor pista a favor: el Pavelló lleno impone.
Ante Breogán Lugo, teóricamente la plantilla isleña tiene más calidad, pero el conjunto gallego viene de mejorar sus prestaciones en la segunda vuelta de la fase regular, apoyados por la aportación de sus foráneos de referencia como el alero James Feldeine (573 de valoración), el pívot Sales Brooks (442) y el base Sean Ogirri (330), más el pívot nacional Manuel Gómez (410).