"Pensar más allá del primer partido está prohibido". Josep Maria Berrocal, cauto como en el primer día, no quiere que sus jugadores se dejen seducir por el elixir ACB del que no se puede beber hasta que el título esté en las manos. Antes toca superar a un Melilla "que ha crecido mucho por las lesiones" y que junto al Menorca "son los dos clubes que más han jugado como equipo". El catalán loa precisamente esta unidad que coloca como el principal peligro, pero nunca va más allá de esta noche.
Berrocal no considera un handicap haber estado parado ocho días a la espera de la final "es lo que hay, no se puede hacer nada, yo prefiero estar clasificado y no sufrir". El ex del Barcelona asegura que "lo importante es haber conseguido que no desconecten en estos días porque el Melilla ha estado más enchufado que nunca y tengo el recuerdo de hace dos años con el Barça perdimos la final en el play off ante el Caja Laboral porque descansamos demasiados días".
El técnico menorquinista considera "justos a los dos finalistas porque el deporte siempre te pone en tu lugar" y valora especialmente que en la final únicamente haya un jugador americano "lo que quiere decir que los tiempos están cambiando, que los deportistas españoles están aprovechando su oportunidad, como lo están haciendo los nuestros, demostrando que los españoles son válidos para liderar proyectos ambiciosos".
El de Barcelona no cree que los partidos de la fase regular sirvan demasiado "quizás te dice dónde puedes mejorar" pero "se ha visto claro durante toda la temporada a qué juega cada equipo y para mí la defensa te da seguridad y gana ligas, además tenemos suficientes recursos ofensiva y defensivamente para plantar cara a cualquiera". ¿Cuáles serán las claves? "Dejando a un lado todo lo táctico, lo importante es que como mínimo el Menorca esté a la altura del Melilla en intensidad, dureza, capacidad física y deseo".
El líder del equipo menorquín matiza que "no veo ninguna diferencia definitiva entre los banquillos, han llegado hasta aquí con nueve jugadores" y tampoco cree que "el Melilla acuse tanto el esfuerzo físico como pasó con Navarra por lo que no creo que se parezcan los partidos". En este sentido, Berrocal rechaza cualquier ventaja: "no me siento favorito sino fuerte y afortunado".
"Espero que Marc Blanch esté listo, ayer -por el miércoles- entrenó y hoy -por ayer- lo hará más", confiesa el técnico que ve "como un premio comenzar la final ante nuestro público aunque hemos llegado a un punto en el que no depende tanto de dónde jugamos sino de cómo estamos".