El pesimismo inundaba ayer al entorno del Menorca Bàsquet, apenas 24 horas antes de que el presidente, Benito Reynés, anuncie hoy la decisión definitiva en torno al futuro del club, que solo ofrece la alternativa de la subsistencia con un presupuesto reducido a su máxima expresión, o directamente, la disolución de la entidad.
Todos los sectores propios o próximos al Menorca consultados por este diario expresaron su escepticismo respecto a la aparición de 500.000 euros que precisa la SAD para completar un presupuesto ínfimo de 1,2 millones en tan corto espacio de tiempo.
Consell Insular de Menorca, Ayuntamiento de Maó y el propio club han buscado nuevas fórmulas y realizado gestiones con empresas de la Isla para conseguir este medio millón de euros que permita la subsistencia de la SAD la próxima temporada, además del aval de 180.000 euros para poder formalizar la inscripción mañana viernes, cuando finaliza el plazo marcado por la Federación Española.
"Será el presidente del club el que tome y comunique la decisión; está complicado porque ya lo estaba antes de la reunión del lunes, pero seguimos haciendo gestiones y las haremos hasta el último momento", explicó ayer tarde a este diario el conseller d'Esports, Juanjo Pons.
La administración concursal aguarda la resolución definitiva que tome el consejo de administración para obrar en consecuencia. Bartolomé Bover, uno de los abogados designados por el Juzgado para seguir el concurso, señaló ayer que el presupuesto mínimo con el que pretende continuar el club en la Adecco Oro sería aceptado siempre que existan unas garantías mínimas que recojan los compromisos de instituciones o patrocinadores para cumplir el convenio con los acreedores. En el primer año el presupuesto incluye una partida de 200.000 euros para el pago de la deuda, que iría aumentando en años sucesivos hasta liquidarla.
El consejo de administración, que es el que ha tomado definitivamente, el mando directo de estas últimas operaciones por encima de los ejecutivos del club, ya recibió días atrás la visita de su abogado y de gestores profesionales para conocer los pasos a seguir en el proceso de disolución. Los primeros serían el expediente de regulación de empleo para resolver los contratos de los empleados, y posteriormente la venta de los activos que incluyen el material deportivo y administrativo del Pavelló, tres solares en pago por Prasa, anterior patrocinador, y la deuda del Govern Balear con la SAD que contempla una partida de 700.000 euros y otra de 120.000. Efectuada esta liquidación, que se antoja farragosa porque son muchas las empresas que han cerrado y tienen a la venta sus materiales, los compromisos adquiridos después de la entrada en concurso hace un año serían los primeros en cobrar, y posteriormente el resto de acreedores, entre los que tienen privilegio Hacienda y la Seguridad Social que recibirán el 50% de lo que se les adeuda. El resto de la deuda ordinaria se repartiría proporcionalmente.