A la segunda resultó la vencida para el Insotel Sant Lluís, que después de quedarse con la miel en los labios una semana atrás, ayer sí pudo entonar el alirón, merced a su meritorio y claro triunfo sobre un Bàsquet Inca que ha llegado al tramo final de competición muy justo de efectivos. Todo lo contrario que el cuadro menorquín, radiante en cuanto a recursos, como plasmó ayer, para ser justo vencedor de esta reimplantada Primera Balear cuando todavía resta una jornada para su conclusión.
Toca ahora aguardar que dirección toma el baloncesto balear, si apuesta por la gestación del grupo autonómico de EBA o no. Pero eso se verá más adelante. Hasta entonces, gloria al Sant Lluís, campeón balear por vez primera, el mayor logro de su historia también, gestado ayer —todo el año— sobre su fiabilidad interior y su excelente línea exterior. El 31-41 impuesto al descanso por los lluïsers resultó definitivo. El Inca, ceñido al rendimiento de su quinteto, trató de recortar tras el descanso, pero sus intentos perecieron ante el gran acierto perimetral de los de Carreras, que supieron gestionar con inteligencia su margen para celebrar el éxito minutos antes del bocinazo (61-74).