Según el informe que analiza las causas de la extinción del Menorca Bàsquet SAD, elaborado por los abogados Bartolomé Bover y Alberto Baz del Río, administradores concursales de la entidad exACB, y al que ha tenido acceso este diario, la misma deriva de la insolvencia generada por la drástica reducción de los ingresos que padeció el club en el tramo final de su existencia, pero es calificada de fortuita, en ningún caso dolosa -eximiendo de culpa grave a los gestores.
Los letrados, en documento fechado en 2013, redactaron cuatro alegaciones para desmenuzar los hechos que abocaron al Menorca a su desaparición en julio de 2012. La primera alegación refiere a la «insolvencia», la segunda, a la inexistencia de dolo o culpa grave, la tercera subraya que «no concurren los supuestos de aplicación de las presunciones» y la cuarta y última observa el concurso de «fortuito».