Alejandro 'Álex' Suárez Castro (Maó, 1993) cuenta las horas que le separan de su estreno en una de las citas de mayor envergadura e impacto del circuito europeo, la Copa del Rey, torneo en el que su equipo, el Joventut de Badalona, uno de los grandes clásicos de nuestro baloncesto, recupera presencia tras un lustro de ausencia. Un marco de por sí evocador para Suárez, uno de los mejores talentos propulsados por la cantera lasallista y menorquina, agregándose a eso la histórica posibilidad de enfrentarse con Sergio Llull en lo que significaría la primera semifinal de la historia con doble rostro mahonés. Es Diari comparte con Suárez la ingente motivación que irradia en los prolegómenos de la competición más importante que encara como profesional desde que debutara hace ahora algo más cuatro años en el planeta ACB.
Su primera Copa, y también para el Joventut tras cinco años. Recuerdo que hace un par de meses me comentaba que sería un sueño jugar una Copa con la Penya; el sueño ya está aquí, imagino que andará a tope de motivación...
- Sí, es un gran premio a la primera vuelta que hemos hecho, al trabajo que estamos realizando esta temporada. Afrontamos el torneo con mucha ilusión y muchas ganas, muy motivados. Cuando conseguimos la clasificación sentí mucho orgullo, fue también la confirmación de que estamos haciendo las cosas bien desde el principio de temporada, excepto en alguno de los últimos partidos. Esa es la línea que debemos seguir.
Una gran primera vuelta la del Joventut, quizá enturbiada con la dura y reciente derrota ante el Barça. ¿Puede afectar de algún modo en la moral del equipo, como llegan anímicamente?
- Al terminar el partido estábamos muy 'tocados' y tristes, fue una dura derrota, pero ya hemos cambiado el chip y hemos de afrontar la Copa como un premio, jugarla con ganas, disfrutarla, también nos lo merecemos. Ya no pensamos en la derrota ante el Barça.
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