El seleccionador nacional Sergio Scariolo, tras la histórica medalla de oro conseguida en Lille en el pasado Eurobasket, ha analizado unas últimas semanas intensas. Para el técnico nacido en Brescia ha sido su tercer título continental.
En una entrevista concedida a La Razón, Scariolo es cuestionado por el nivel que puede alcanzar España en los Juegos de Río 2016 al sumar el talento ausente en la última cita. El seleccionador alude al sacrificio de las estrellas a la hora de asumir roles distintos a los de sus equipos. Y aquí Scariolo se destapa, «voy a decir u nombre, Sergio Llull, que, francamente, tiene un lugar privilegiado en mi corazón porque si ha habido uno que en todo momento ha puesto el equipo por encima de su lucimiento personal, ha sido él».
«Sé que hago un feo a otros once», reconoce, «pero quiero nombrarlo porque ha sido un ejemplo». Scariolo destaca que «en un equipo con Pau tenía que saberse ajustar a una realidad diferente», en relación a su menor protagonismo ofensivo, mayor en el Real Madrid.
Madera de equipo
La trayectoria y el carácter de Sergio Llull, forjado deportivamente desde el sentido de equipo, le han hecho madurar con prontitud. Tanto en Manresa como tras aterrizar en la capital. Y, especialmente, a la sombra de la generación de los Júnior de Oro el mahonés ha perfilado una capacidad de unir que pocos alcazan a igualar.
Llull esquiva siempre la palabra líder. «Sólo hay uno y es Pau», afirmó antes del Eurobasket. Y así se gana elogios como los de Scariolo.