El peaje de la relajación se paga con la cuota de la derrota. El Made in Menorca pasó por caja en el Palau Municipal d'Esports Juan Carlos Navarro (83-74), frente a un Santfeliuenc crecido ante la adversidad física -tres bajas-, y la expedición insular recibió el primer aviso de una competición que castiga la distensión.
La salida del quinteto dispuesto por Joan Martínez Escala fue muy fría, un lastre que se arrastró durante todo el partido, aunque puntualmente -segundo y tercer cuarto- el Made in Menorca fue capaz de imponer su estilo y reducir a cinco puntos una desventaja que por momentos rondó la veintena.
«Desaprovechamos una oportunidad, aunque perder podía entrar en los cálculos previos» manifestaba al respecto el entrenador del club santlluisser, convencido de que el Santfeliuenc de su amigo Boris Balibrea es uno de los candidatos a ocupar una de las dos plazas que da derecho a disputar la posterior fase de ascenso a LEB Plata.
Sin embargo, caer sin opositar a la victoria frente a un rival que acumula lesiones destacadas desde la pretemporada -Roger Lliteras, Xavi Guirao y Adrià R. Viñas- y cuyo banquillo apuesta por exprimir al máximo los recursos, la solvencia, el talento y la precisión de apenas cinco jugadores, por encima de los treinta minutos sobre el parqué, merece una reflexión.
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