La fatal y desafortunada lesión de rodilla que padeció Sergio Llull el pasado 9 de agosto en el partido preparatorio para el Eurobasket 2017 que enfrentó a las selecciones de España y Bélgica, además de privar al extraordinario base mahonés de disputar la cita continental y de alejarle de las pistas por lo menos hasta febrero del próximo año 2018, supone fragmentar un recorrido, inaugurado en el estío de 2004 con su incursión en la selección junior que abrazó el oro europeo de la categoría, de trece años de presencia casi ininterrumpida defendiendo la elástica nacional. Además, desde su estreno con la absoluta en 2009, será también este Europeo que deviene el primer gran torneo internacional del que Llull se ausenta.
Una trayectoria sin parangón en el contexto del baloncesto español (ninguno de los doce rostros convocados por Sergio Scariolo para la cita europea de pronto inicio iguala al de Maó) y practicamente sin émulo dentro del concierto internacional.
La hasta ahora ?idílica? relación que Llull ha mantenido con España empezó en verano de 2004 y de forma ciertamente azarosa. Miembro entonces de la factoría del Manresa, el jugador menorquín se convirtió en el último convocado por el combinado español junior (sub 18) que reinó en el Europeo de Zaragoza 2004 luego de someter a Turquía en la final. La lesión de Jordi Puigarnau, base con trazas de crack pero de declive inminente, hizo un hueco a Llull entre los Sergio Rodríguez y Carlos Suárez.
Cuentan que el nivel de intensidad que mostró el mahonés en su primera sesión con aquella imberbe España causó impresión, tanta como el que no la haya rebajado un solo grado en todo su trayecto posterior. El jugador surgido de La Salle Mahón repitió con la U18 en el Europeo de Belgrado 2005, donde el cuarto lugar fue el límite, y debutó al año siguiente con la U20, seis meses después de estrenar minutaje ACB con el Manresa, en 2006, alcanzando un discreto undécimo lugar en la cita continental de Izmir, Turquía. No obstante, Llull cerró su ciclo formativo con España obteniendo la plata europea en Gorizia 2007 (solo la Serbia de Teodosic pudo frenar a los nuestros), poco después de haberse incorporado al Real Madrid.
Sin cita para las selecciones de promoción en 2008, único verano en que nuestro deportista más emblemático dejará, hasta el presente, de jugar para la ?Ñ? (por razones evidentes), el destino emplazó el arranque de la leyenda del increíble Llull con la absoluta a 2009. De nuevo una lesión, en esta oportunidad la del andaluz Berni Rodríguez, impulsó al base de Menorca entre los doce elegidos.
El inicio de Llull al respecto no pudo ser más exuberante, conquistando en el Europeo de 2009 en Polonia la primera medalla de oro en la historia de la selección en el evento continental. En 2010, Llull disputa su primer Mundial, en Turquía, en el que no está Pau Gasol (sexto lugar), en Lituania 2011 repite oro continental, en Londres 2012 alcanza la plata olímpica en sus primeros Juegos y en 2013 deviene el bronce europeo en Eslovenia.
El batacazo en el Mundial de España 2014 al caer en cuartos ante una mermada Francia precedió el tercer entorchado en un Eurobasket (2015, con vendetta a los galos en ?semis? inclusive) y el bronce en los JJOO de Río 2016, hasta ahora, y por causa de la fatídica noche del 9 de agosto, última comparecencia del jugador mahonés con España, al que el infortunio en forma de grave lesión impide su novena cita de envergadura con la absoluta. Por vez primera, Llull no podrá luchar por España desde la pista. Un verano sin patria.