- VIVE EL MASNOU 56
- BÀSQUET MENORCA 79
A la tercera fue a la vencida. Dos veces se habían enfrentado en la Liga Regular y nunca había conseguido ganar pero a la tercera, «en la buena» como diría a la finalización del choque Oriol Pagés, un soberbio y espectacular Bàsquet Menorca logró vencer al Vive Masnou de forma holgada para proclamarse campeón de la Final Four de los grupos C de EBA y así tener la Fase Final en el Pavelló Menorca.
El duelo, más allá del marcador, fue intenso y de mucho trabajo porque en el primer cuarto los de Raúl Laita mostraron su carta de presentación habitual con un juego de presión defensiva constante y buenos porcentajes, lo que le llevó a terminar 15-12.
Sin embargo en el segundo cuarto, Menorca pulió defectos ya conocidos ante el campeón, como el rebote en ambas zonas con un Jan Orfila imperial; o aguantar un ritmo alto gracias a la excelente aportación de los menos habituales. Además, los de Pagès se destaparon con un recital de triples que les llevaría a marcharse a vestuarios 30-40.
A la vuelta, Masnou apretó y llevó el choque a su parte de mayor dureza y contacto físico, pero el Menorca no se arrugó y mejorando sus prestaciones, incluso aumentado la ventaja, hasta alcanzar una máxima de 25 al inicio del último acto, que significó la sentencia del partido ya que de aquí al final, con todo decidido, ambos conjuntos se dejaron ir a la espera de la enorme fiesta que montó en la pista la nutrida representación de aficionados menorquines que se desplazaron hasta Vic. Todo ello en un partido que comenzó a ritmo pausado, sin duda por el gran esfuerzo que debieron afrontar el día antes los dos equipos, pero con un Masnou correoso en defensa que no dejaba maniobrar a los menorquines con naturalidad y además consiguiendo cerrar bien el rebote en su canasta y ganado alguno que otro en la insular. Los de Pagés no estaban cómodos en ataque, donde siempre resultaban previsibles acabando la mayor de las veces enredados y trabados en la maraña planeada por Raúl Laita, mientras que en defensa, y aunque conseguían sujetar a hombres tan importantes como el tirador Albert Valle, tampoco había una buena compenetración.
Todo mejoró en el segundo y Jan Orfila sí tenía las ayudas para imponer su presencia y calidad en las dos pinturas. El quinteto de Pagés defendía con mucho orden y desde la línea exterior hombres como Segui supusieron una tortura para El Masnou, que cedió una abultada renta a base de encajar triples. Los catalanes se agarraron a un Antoni Gómez que acabaría el choque con siete triples convertidos y un 53% de efectividad, pero en este periodo hasta tres isleños vieron aro desde la línea de tres y Seguí estuvo espectacular en esa suerte.
Tras el descanso, Masnou apretó duro y los colegiados lo resolvieron a base de faltas y con dos técnicas para el banquillo de Raúl Laita. El Menorca no sólo se arremangó decidido para entrar en la pelea, también fue capaz de sacar partido de ese otro juego que no le gusta realizar y en el tramo final pasó por un encima de un rival que en los primeros segundos del cuarto acto claudicó pues perdía por 41-63. El último cuarto, anecdótico, cerrándose con la fiesta menorquina.