Sobre el papel, y en función de lo que indica la clasificación, el rival más exigente de la Conferencia Este de LEB Plata es el que de forma inminente visita la Isla y Bintaufa en condición de visitante del Hestia Menorca (mañana sábado, 20 horas). Se trata del Bàsquet Girona, líder de grupo (9/2), flamante finalista de Copa, clasificación que selló tras arrasar al Arcos en Albacete (59-94) en la jornada previa, uno de los únicos cuatro equipos que por el momento han conseguido derrotar al conjunto insular –lo que hizo por 69-60 en la primera fecha de liga–, y cuya ambición por progresar hasta LEB Oro no se distingue sino como su claro objetivo.
Alumbrado en 2014 con la formación por finalidad, impulsado y presidido por el actual campeón de la NBA y reciente campeón del Mundo con España, el ‘raptor' Marc Gasol, y alojado en Fontajau, recinto de empaque y pasado ACB, antiguo hogar del extinguido proyecto del Sant Josep que bajo la denominación comercial de Valvi, Casademont o, sobre todo, Akasvayu, disfrutó de lustros en la máxima categoría del baloncesto estatal, el actual Bàsquet Girona, cuyo primer equipo senior se puso en liza en 2017 en liga EBA como punto de arranque –por lo que su recorrido ha sido casi parejo al delineado por el Bàsquet Menorca–, pretende, más pronto que tarde, equilibrar pasado con presente y devolver a la plaza gerundense aquellos tiempos en que se convirtió asidua en una de las dos primeras categorías nacionales.
Por el momento, y tras terminar deambulando desprovisto de ambición en la A-1 en el curso anterior, primero que agotó en LEB Plata, en este el Girona anda lanzado en reeditar presencia en el grupo que reunirá aspirantes a título y ascenso, si bien en esta oportunidad se le presume una vitola de favoritismo muy superior a la de entonces. Así se desprende de los resultados que hasta ahora ha cosechado –mejor balance del Este, también de la liga, compartido con Juaristi, líder del Oeste, 9/2–, por las cifras que ostenta –mejor valoración (93 créditos por partido) y defensa (68 puntos en contra de promedio) de la liga; tercer mejor ataque (80.5) y rebote (36.3) de la conferencia Este– y por la amplia gama de recursos que presenta la plantilla que entrena Álex Formento –jugador del desaparecido Menorca Bàsquet en su momento, integró la plantilla que en 1997 como La Salle Mahón se proclamó campeona de España de EBA en Chipiona.