El Hestia Menorca se hizo este sábado ante el Basket Navarra con una trabajada victoria, que le permite mantenerse cerca del liderato y recuperar su dinámica triunfal tras la decepción de verse fuera de la final de Copa. El equipo de Oriol Pagès no tuvo un gran día pero siempre mantuvo la calma, dominó y aprovechó las prestaciones de un Menno Dijkstra estelar, con 25 puntos y 4 rebotes, para llevarse el triunfo (70-74).
Dentro de lo esperado, el choque comenzó trabado y muy físico, con pocos puntos y una pelea constante en las pinturas. La superioridad de Dijkstra en la zona y la velocidad de Xavi Hernández, claves para el 9-18 con el que cerró el primer cuarto. Diatta y Otegui tomaron el relevo y con canastas de ambos comenzó el segundo cuarto, 9-22. Lepichev encestó de tres para responder y Corbacho se la devolvió, pero a la siguiente Antúnez volvía a encestar desde el 6,75 y los de Pamplona tomarían impulso (19-25) y tiempo muerto de Pagès. Un triple de Iñaki Narros y tres grandes defensas locales ajustaron el luminoso; el Basket Navarra era otro bien distinto y aunque los menorquines después recuperaron sensaciones gracias a la entrada de Dijkstra y a que pudieron cazar alguna contra, ahora el partido estaba mucho más competido. Al descanso 30-36.
A la vuelta de los vestuarios De Assis y de nuevo Dijkstra volvieron a marcar su ley en las pinturas, monopolizando los puntos del Hestia Menorca, 34-45 pasado el minuto dos y tiempo muerto obligado de Juste. Los de Iruña volvieron con ánimos renovados y la pelea se recrudeció ahora más igualada, al tiempo que el choque volvía a entrar en una fase de corre calles sin control de nadie (43-50). Las pizarras de los técnicos y los parones tácticos no conllevaron una vuelta a la ortodoxia, por lo que el duelo prosiguió trabado y poco vistoso; sin embargo los menorquines supieron desenvolverse en esta situación y más allá de momentos puntuales la distancia de diez puntos no varió demasiado. Al final del periodo 51-60.
Un triple del especialista Corbacho abrió el cuarto definitivo, pero este periodo no sería un camino de rosas y el Hestia Menorca necesitó ponerse otra vez el mono de trabajo para frenar a un rival que era inferior a todas luces pero que no estaba dispuesto a tirar la toalla (59-66 a 5' del final).
La diferencia era escasa y eso alimentó el fuego de los navarros, 64-66 a falta de tres, porque aunque de Assis se sacaba entonces un afortunado y risueño triple contra tablero que enmudecía a la grada, ahora cualquier cosa podía suceder. Exigidos al máximo y sin tener demasiada claridad, los de Oriol Pagès lograron navegar con inteligencia en esos momentos difíciles y cerrar el triunfo (70-74).