Choque histórico y con final feliz, incluso más de lo previsto inicialmente, este sábado en el Pavelló Menorca para el Hestia Menorca ante el Valencia Basket, que llegaba a la Isla sin ganar, pese a sumar más de 80 puntos por encuentro. Al final, un contundente 85-50, en un encuentro de superioridad menorquina total, delante y detrás.
Con Raül Timoner de salida y la estrella, Jermaine Marrow, en el banquillo, amaneció el encuentro sin acierto en ambas canastas, pasados ya tres minutos. Reaparecía Pitu Jiménez y se marchaban los de Javier Zamora (10-2), con Diego Alderete entonado, pese al bajo porcentaje general de 6'75. Reboteaba en ataque el Hestia y entraba Marrow a pista. Pitu la ‘enchufaba' desde ocho metros, mientras Zamora iba rotando a los suyos (15-7). Intentaba cargar dentro con Smallwood el Hestia, en un cuarto de muchos errores en ambos lados. Pese a ello, se marchaban los locales 22-12, pidiendo tiempo muerto Xavi Albert, para acabar el cuarto.
Tocaba pausarse y buscar mayor criterio en ataque. El segundo acto empezaba con tiro libre visitante, por técnica a Zamora. Iba ampliando diferencias el cuadro local (27-13), ante un Valencia atascado y superado por la presión local de un Hestia que iba marcando el ‘tempo', corriendo tras rebote defensivo. Se disparaba el cuadro menorquín con un triple de Anel Orel desde la esquina y nuevo tiempo muerto ‘che' (30-13). Un triple de De Larrea cortaba el aluvión insular pero Marrow quería asumir galones antes de irse a vestuarios (34-17). Ni de tiro libre las entraba un Valencia negado en ataque, en parte por la defensa local. Pitu quería hacerlo pasar bien al público con una tesis de asistencias para el 38-20; y dos triples, de Alderete y Longarela, ponían el +20 (44-24), hasta el final 50-24 del descanso. El receso no hizo sino dar alas a los locales, que siguieron ampliando su ventaja ante los canteranos del ACB, negados cara a canasta y superados a la hora de avanzar el balón (56-26). Encima, fatal en el tiro libre.
El 61-30 dejaba claro cómo iban las cosas en Bintaufa, al ritmo de un público entregado. Sin embargo, se volvía loco el partido, ante el enfado del ‘coach' madrileño. No aparecía en Maó el Valencia, que seguía perdiendo balones, ante un Hestia jugando a placer y, en momentos, precipitado, de no ser por Pitu y su serenidad, para el 67-34, antes de iniciarse el cuarto definitivo.
Con todo decidido en este primer Hestia-Valencia en Menorca, dependía de los locales no hacer del partido un correcalles. Y tuvo que pararlo Zamora con 67-38, al no gustarle lo que veía, entregados al ritmo valenciano, que, además, subían líneas defensivas, que Pitu rompía de 6.75 (70-40). El encuentro estaba totalmente roto en Bintaufa y seguía Zamora moviendo a los suyos. Probaba con Timoner, Pitu y Marrow, llegando al 77-42. Orel seguía demostrando el por qué de la apuesta de Zamora desde el triple y también Longarela (85-47), en una fiesta menorquina, hasta cerrarse el electrónico con un 85-50. Muy superiores los de Zamora ante la bisoñez visitante y pese al desigual criterio arbitral en las faltas.