A veinticuatro horas de empezar la temporada oficial, que será la quinta consecutiva que consume el Hestia Menorca en LEB Plata, Javier Zamora Pedreira (Madrid, 1984) se sincera en estas páginas. Objetivos, anhelos, ambiciones, las trazas que distinguirán el bloque que se ha configurado, su propuesta de juego... el entrenador madrileño, que se reincorpora tras un verano histórico en el que conquistó la plata en el Mundial sub 17 como seleccionador español, no rehúye cuestión alguna y expone, sin ambages, el horizonte de un proyecto, el que se aloja en Bintaufa, ilusionante y evocador, y en el que tanto por su jerarquía a nivel estructural (entrenador y director deportivo), como por las credenciales que exhibe (exACB y un puntal del organigrama FEB) y el carisma que irradia, destaca como un elemento fundamental.
Tercer año en Menorca, que será el segundo que cumpla al completo. ¿Qué objetivos se marca?
—El objetivo es mejorar. El año pasado empezamos construyendo un proyecto muy joven, cuya columna vertebral ha renovado y espero que este año, con la experiencia del año pasado y las nuevas incorporaciones, tengamos un equipo con la misma actitud y comportamiento, pero más experto y competitivo. Después será la competición la que nos dirá donde estamos, pero no debemos esconder que queremos mejorar la clasificación del año pasado.
¿Percibe que la responsabilidad por lograr algo importante, llámese ascenso, se ha incrementado, también en función del equipo que se ha formado?
—Hacer algo importante es el sueño de todos los que trabajamos a diario en el club, pero creo que eso debe ser una consecuencia del trabajo que hagamos. Estoy contento con el equipo, creo que hemos formado una plantilla muy competitiva y un grupo humano sensacional. No vamos a renegar de ningún sueño ni de ningún objetivo ambicioso. Vamos a tratar de competir con ambición y estar lo más arriba posible para vibrar con el equipo.