El Hestia Menorca ha suscrito este domingo, en un partido tremendo, su octava victoria de la temporada, al superar al Gipuzkoa Basket, un exACB con ansia de retornar a la primera liga, pero que se ha visrto superado por el equipo insular. En un exuberante ‘rush' final, los menorquines han logrado revertir un marcador que le ha sido adverso durante casi toda la velada (89-81).
En el marco de esa determinante reacción final, dos rostros han sobresalido por encima de la media; Clevin Hannah, autor de 25 puntos, con cinco triples, y Víctor Arteaga, que terminó con 18 puntos, de los que dieciséis devinieron en el último periodo, al margen de una presencia constante en la zona (cazó hasta 14 rebotes).
Sin embargo, limitar las causas y méritos de la victoria a la aportación del base de Rochester y del pívot conquense resultaría sucumbir a un ejercicio de injusticia para con el resto del colectivo de Javi Zamora, puesto que todos los hombres que participaron en el partido ostentaron su cuota de protagonismo e impacto sobre el juego. Como Oliver Stevic, que ha sostenido y ha equilibrado el ataque en el primer tramo de partido (y en diversos fragmentos posteriores), o Álvaro Sanz y Álex Tamayo, en su rol defensivo, ejerciendo de muy válidos recursos de desgaste para agotar a Michael Barcello, el mejor anotador de la liga, que sin embargo se ha marchado de la Isla con apenas 10 puntos convertidos. Sin prescindir de los momentos que han sido capaces de ofrecer Tom Digbeu, Emil Stoilov, y sobre todo, Pol Molins, al margen de Diego Alderete, también muy aplicado en términos defensivos.
Ha sido, con certeza, una victoria coral, y que realmente no se ha llegado a visualizar hasta el bocinazo final, en tanto que Gipuzkoa, un rival que mostró gran predilección por la actividad desde el 6.75, apenas ha cedido su hegemonía en el marcador.
De hecho, el Hestia Menorca solo mandó hasta el 6-3 de inicio, en un par de intervalos en el segundo cuarto y en el epílogo. El resto de minutos, la mayoría, el control del marcador correspondió a los de Mikel Odriozola, quiénes, a base de triples, consiguieron lastimar al cuadro insular y por añadidura, establecer las primeras diferencias en los compases iniciales del encuentro (8-13; 17-22).
Réplica
El Menorca, desde la defensa, y pragmatizando los mejores minutos de Pol Molins en ataque, daba réplica puntual (29-28, tras un 2+1 de Digbeu), pero de inmediato, el equipo donostiarra recuperaba el mando (29-33; 35-38). Un nuevo acelerón insular dio para acercarse hasta el 45-47 con el que se alcanzó el intermedio.
El equipo de Javi Zamora, tras una irregular puesta en escena después del descanso, supo superar en el tercer cuarto un serio aviso de ruptura visitante (49-59 a los 5'). Stevic en los aledaños del aro, Molins con un triple y Stoilov, desde el 4.60 (tras errar 3 de 4 con antelación), ajustaron de nuevo el marcador (60-61).
El guion se repitió en el último cuarto, cuando el Gipuzkoa disparó de nuevo su ventaja a 8' para el final (62-70). Pero entonces apareció Víctor Arteaga, que produjo ocho puntos en tres minutos y apretó de nuevo la contienda, 73-75 (y el Pavelló entraba en combustión). De inmediato, Hannah sumó desde el triple (76-75), Arteaga bajo el aro (78-75), de nuevo el base yanqui estuvo certero en el 6.75 para situar el 81-75, y el 83-77 llegó en otra acción en la zona del pívot formado en la cantera del Real Madrid, restando apenas un minuto de partido.
El Gipuzkoa, por de pronto, y tras mandar durante casi toda la velada, veía perdido el partido. Hannah, con cuatro tiros libres y su último triple, así lo certificó definitivamente (89-81). Una victoria tremenda.