La selección española firmó este martes una amplia victoria ante el Líbano (59-104) que le coloca virtualmente en las semifinales del preolímpico de València y lo hizo con un juego coral ante un rival que le exigió muy poco y que le permitió dar continuidad a una preparación en la que apenas había jugado un par de partidos.
Este choque y el de este miércoles ante Angola, en el que una victoria le aseguraría el liderato del grupo A y una derrota le dejaría formalmente pendiente de una carambola imposible, deben servir para completar el rodaje para cerrar su billete para París en la semifinal del viernes y la final del domingo, dos partidos ante rivales de mayor entidad y sin margen de error.
Eso sí, habrá que ver qué precio debe pagar España por el triunfo ante Líbano, puesto que Scariolo no usó a Juancho Hernagómez en toda la segunda parte por problemas físicos.
Scariolo apostó por una rotación rápida que permitió que su equipo no bajara el ritmo y también repartir minutos y cargas. En el minuto 16, con la entrada de Alberto Díaz ya había hecho jugar a los doce y entre los tapones de Santi Aldama, sus puntos y los de Jaime Pradilla, el choque llegó resuelto al descanso.