Joan Esteva no se evade de la realidad, por dura o poco agradable que sea. Sabe que un sector del público no comparte algunas decisiones con él. "Las críticas siempre te dan la posibilidad de mejorar", reconoce. Pero los resultados son los que son. El Sporting Mahonés lleva tres años, con él, creciendo en Tercera División y posteriormente en Segunda B. "La experiencia es un grado", avisa, y así justifica el cambio de actitud que ha sufrido el conjunto blanquiazul que esta temporada ha sido capaz de levantar partidos con el resultado adverso, como el del último domingo ante el Lleida, algo que no pudo en el pasado curso. La falta de oportunidades para los más jóvenes es otra patata caliente que le toca manejar.
"Están preparados para jugar pero tenemos que encontrar el mejor momento", matiza.
"El equipo está en una línea muy regular, positiva en casa aunque mejorable lejos de Bintaufa", reconoce Esteva, que ve como poco positivo los tres empates y tres derrotas logrados a domicilio algo que se "debe mejorar si el equipo quiere crecer más dentro de la categoría". Pero, ¿cómo se logra ganar lejos de tu terreno de juego? "Hay mucha igualdad y el factor campo es decisivo pero tenemos que mejorar la tensión defensiva, que no nos metan más goles, y estar más acertados en ataque".
Con todo, el equipo mahonés marcha en décima posición con 16 puntos de 36 disputados. "Hemos dejado de sumar algunos puntos que nos hubieran elevado más en la clasificación y que nos habrían dado más confianza", lamenta el catalán, que recalca que "todavía no hemos conseguido sumar dos victorias consecutivas pero tenemos margen para crecer". A la hora de ir a más, el preparador catalán resalta que "la igualdad en Segunda B complica que se pueda hacer buen fútbol ya que no te deja dominar en muchas situaciones, pero nuestra intención pasa por mejorar los resultados con buen juego".
Uno de los aspectos que ha llamado más la atención en los esquemas ideados por Esteva en las 12 jornadas de campeonato es el caso de Raúl Vates. El catalán ha pasado en poco más de tres meses de ser un descarte a titular. "En el fútbol hay muchos casos como este. Vates tuvo una lesión al inicio de la temporada pasada, entró tarde en el equipo y cuando lo hizo no acompañaron los resultados; ahora es distinto, ha dado un paso adelante, aporta mucho al equipo y está haciendo un gran trabajo", expone Esteva, que por otro lado ha tenido que sacar del once al joven menorquín Pedro Capó. "Es un jugador con muchísimo futuro, al que necesitamos y que nos tiene que aportar muchas cosas; en un momento determinado su rendimiento estuvo por debajo de lo que esperábamos pero ya vuelve a trabajar como el que más".
Todo el equipo ha dado un paso adelante en realidad. "La experiencia es un grado y el equipo tiene unas características diferentes, lo que vivimos el año pasado nos ha ayudado a crecer", reconoce el entrenador, que se deshace en elogios hacia la labor de su club: "Desde hace dos años el club está caminando hacia adelante con una filosofía clara, con la idea de hacerlo bien y de crecer en momentos en los que es difícil hacerlo". Para esta temporada el objetivo es claro, "Mejorar los resultados del año pasado, ser ambiciosos y buscar posiciones más altas".
Pero no todo es de color de rosa para Joan Esteva. El técnico es consciente de que no toda la grada de Bintaufa comparte algunas de sus decisiones. "Cada uno tiene su opinión pero los que vivimos el día a día del equipo tomamos unas decisiones basadas en lo que vemos en el trabajo", advierte y matiza que "no podemos hacer nada para que todo el mundo esté de acuerdo". Con todo, "me siento respaldado por quien me tiene que apoyar".
Pero, ¿cómo lleva las críticas que le pueden caer? "Una crítica siempre te da la posibilidad de crecer y de mejorar", desvela y añade "si piensas que todo lo que haces es lo mejor te quedas estancado".