El Sporting Mahonés mantiene una hoja de ruta muy correcta, que dista mucha de la del curso pasado. A siete plácidos puntos de los puestos de descenso, al equipo de Joan Esteva le resta todavía una asignatura pendiente, la de ganar lejos del municipal de Bintaufa donde ha sumado cuatro empates que le sitúan como el segundo peor equipo de la competición lejos de su campo, después del Santboià. Hoy tiene un claro reto, ganar o ganar, al supercolista de la Liga, el Alzira, descolgado en el fondo de la tabla sin conocer todavía una sola victoria en 17 jornadas.
No será fácil, sin embargo porque esa condición de colista que asume el Alzira viene aderezada por la imperiosa necesidad del conjunto de Manolo Herrera de ganar para no agravar aún más su situación. Esa precariedad le hace más peligroso y el hecho de no querer ser el primer equipo que cede un triunfo a los valencianos puede pesar en el aspecto psicológico.
El Sporting llega al partido tras una dura derrota la semana pasada en casa ante el Alicante y un empate muy trabajado en Teruel, el miércoles. Además, Esteva no puede contar ni con David Sánchez, lesionado, ni con Jeroni Coll, que debe cumplir un partido de sanción por acumulación de tarjetas. Este aspecto deja la línea defensiva algo tocada, lo que puede obligar al técnico catalán a cambiar de banda en el lateral a Martí o a Iray y a poner a Camacho en el central.
Por su parte, el Alzira llega al partido con unos resultados muy pobres. Los 20 goles recibidos en los 17 partidos disputados hablan muy bien de la seriedad defensiva de la que hacen gala. En ataque, por el contrario, sólo ha sido capaz de marcar ocho goles, factor principal para justificar que ocupe el farolillo rojo con ocho puntos, logrados en otros tantos partidos empatados. La necesidad de ganar puede jugarles una mala pasada a ambos.